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Scotland Yard pone cerco a los 'hooligans'

Terry Venables, entrenador de la selección nacional anfitriona, la inglesa, y David Davies, número dos del Ministerio de Asuntos Exteriores, presentaron ayer la Eurocopa 96, convencidos, como Glen Kirton, director del torneo, de que será un momento cumbre en la historia nacional. Para lograr que este deseo se cumpla, la Asociación de Fútbol inglés ha extremado los controles en la venta de las entradas, -1.300.000-, y Scotland Yard ha puesto cerco a los hooligans en una operación especial que ha costado mil millones de pesetas.

Cerca de 300.000 aficionados extranjeros se darán cita en el país entre el 8 y el 30 de junio para contemplar en directo los 31 partidos que serán disputados por las 16 selecciones finalistas en esta décima edición de la Eurocopa. Inglaterra, por cierto, el país anfitrión, no ha ganado jamás este trofeo que España conquistó en 1964. Pese a la cautela de Venables sobre el resultado final -"nos vendrían bien otros seis meses para prepararnos", dijo el entrenador nacional-, los ingleses esperan mucho de esta edición, preparada cuidadosamente durante los últimos cuatro años.El único nubarrón en perspectiva es, como de costumbre, la violencia que pueda desatarse en las gradas. Glen Kirton aseguró ayer que se han extremado los controles de venta de entradas para evitar que se cuelen en los estadios bronquistas reputados entre la masa de auténticos aficionados. Pero los controles servirán sobre todo para frenar la reventa. No se ha autorizado la venta de más de cuatro entradas por persona -a precios que oscilan entre las 3.000 y las 25.000 pesetas- y un mínimo de 7.000 a cada selección. Alemania, Turquía, Dinamarca -campeona de la última edición de la Eurocopa - Escocia, Holanda y Suiza, han comprado más entradas, mientras Rusia, la República Checa, Bulgaria, Croacia y Rumania, se han quedado por debajo de la cifra.

El principal temor de los organizadores no parecía centrarse en la amenaza del terrorismo internacional o nacional, pese a estar el IRA en activo tras la ruptura de la tregua, sino en la conducta de los espectadores. "¿Cómo van a contener a. los hooligans nacionales?", preguntó alguno de los periodistas extranjeros para los que estaba organizada la velada. "Nuestros hooligans suelen actuar fuera de casa, dentro nos preocupan menos", contestó el responsable de la seguridad del torneo en Londres,. comandante John Purnell.

Además, con su experiencia de años de hooliganismo, la policía británica tiene ya más o menos identificados a los peores bronquistas, unos 200, según la responsable de prensa del Servicio Nacional de Inteligencia de Delitos, Sue Daniels. Para localizar y controlar a los hinchas agresivos extranjeros, las fuerzas de seguridad británicas contarán con el apoyo de la policía de los países participantes en el torneo.

Aun así, y a la vista del peligro potencial que se deriva del encuentro entre las selecciones de Inglaterra y Escocia previsto para el sábado 15 de junio en el londinense estadio de Wembley, se han tomado medidas especiales. Los pubs de la capital, y en especial los que rodean al mítico estadio donde se celebrará la ceremonia inaugural y se disputará la final el 31 de junio - quedarán cerrados una hora y media antes de la hora de comienzo de los partidos. Una vez que desaparezcan los hinchas, volverán a abrir sus puertas como de costumbre.

El tiempo de la Eurocopa será malo en general para los adictos al alcohol. De acuerdo con la información facilitada por la policía, "aquellos que se comporten mal, se emborrachen o se pongan violentos, serán arrestados". Por descontado será imposible entrar en un estadio con latas de cerveza o botellas de ningún líquido mínimamente alcohólico. Bengalas, petardos, sprays y bocinas están también terminantemente prohibidos. En el fondo de su corazón, la policía encargada de mantener el orden en la Eurocopa 96 desearía que los espectadores se quedaran en casa viendo los partidos en la pequeña pantalla. La piadosa televisión retransmitirá los encuentros en 150 países.

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