Urzaiz remata al Rayo Vallecano

, Urzaiz arruinó la fortuna que amasó el Rayo durante más dé ochenta minutos. El Espanyol se llevó bajo el brazo un partido de fútbol descarnado, en estado puro, gracias a su delantero centro. La aviación decantó el balance de una batalla sin concesiones en la que no hubo segundas lecturas. Camacho y Marcos, los generales, enviaron a sus tropas a una contienda a campo abierto y sin más trincheras que las precisas. Un escenario muy diferente al que habían montado en Sarriá los últimos antagonistas.

El Rayo avaló con una prestancia admirable su ambición, hasta cierto punto su, osadía si se tiene en cuenta que le separaban 22 puntos de su rival en la clasificación. Pero de la libertad incondicional de la que gozó Onésimo, al que el Espanyol no asignó un marcador fijo, de la rapidez en la salida que le dotaron Calderón y Ezequiel Castillo y del buen gusto en el toque del cuero de su colectivo florecieron dos ventajas en el marcador que a punto estuvieron de darle los tres puntos.

El mérito del Espanyol estuvo en la forma en que retocó un centro del campo que ayer echó de menos a Francisco, sancionado, la falta de chispa de Lardín y la apatía de Arteaga. El intercambio de posiciones entre Lardín y Benítez y las incorporaciones de Toril y Bogdanovic reforzaron el trabajo de Brnovic y Pacheta. Pero el partido se decidió por el aire. Lo decidió Urzaiz. Urzaiz atribuló a la defensa vallecana, especialmente cuando le llegaron balones altos, sin que Abel hiciera mucho por aliviar a sus compañeros.