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BALONCESTO FINAL A CUATRO

"París nos debe algo"

Aito y Maljkovic recuerdan su derrota de 1991 y Obradovic se marcha enfadado

Robert Álvarez

La forma en que los técnicos recogieron los bártulos ayer en Bercy delató cómo encajaron lo sucedido en la jornada que llevó al banquillo de la final europea a Maljkovic por quinta vez, a Aíto por segunda y supuso el primer traspiés de Obradovic, después de firmar un expediente impecable con un pleno de tres títulos en tres equipos diferentes. Maljkovic, tras presenciar la semifinal entre el Barcelona y el Madrid, en uno de los laberínticos túneles del pabellón parisiense recordó la derrota que sufrió en este mismo escenario en 1991 ante el Jugoplastika, cuando era entrenador del Barcelona: "París me debe algo". Preguntado al respecto, Aíto se mostró de acuerdo por una vez con el técnico serbio. "Pues a mí también me debe algo París", afirmó, en referencia a que por entonces ya empezaba a tener quebraderos de cabeza en sus relaciones con Maljkovic, con el que mantiene posturas irreconciliables. La final, desde este punto de vista, se presenta como la más morbosa de cuantas se han celebrado hasta la fecha.Obradovic encajó mal la primera pregunta que se le hizo en la rueda de prensa oficial. "¿Por qué no ha hecho cambios hasta bien entrad a la segunda parte?". "No tengo por qué responder a este tipo de preguntas", afirmó tajante. "Esto es parte de mi trabajo: decidir si juego con cinco o con 12. Estábamos ganando por 15 jugando bien; eso es todo". El técnico del Real Madrid dijo estar triste por su equipo más que por su peculiar situación de inédito perdedor: "Tenía que llegar un día en que perdiera, pero estoy triste por mis jugadores. Todo el mundo está mal. La vida es así".

Aíto hizo su lectura satisfactoria del partido: "Hemos empezado mal, con excesiva tensión, se nos ha hecho muy cuesta arriba y nos hemos quedado atenazados. Eso nos ha hecho caer en errores como defender a destiempo, cuando el Madrid jugaba en horizontal. Pero no hemos perdido - el oremus, nos hemos recuperado mentalmente y hemos acabado jugando con norinalidad". Sobre la final hizo un guiño, como es habitual, a su rival, en toda la extensión de la palabra, Maljkovic: "El Panathinaikos es un equipo potentísimo. Casi siempre su entrenador consigue disfrazarse de corderito. Me ha impresionado Vrankovic, que ha intimidado y ha asustado a todos. No debemos caer en el juego que tratan de hacer cuando decían que son viejos y que Wilkins es muy malo. No quiero rebatir constantemente, pero la gente se da cuenta de que ahora podemos ganar lo mismo que perder".

Obradovic indicó que la ventaja final no reflejó el desarrollo del partido: "Hemos tenido opción de ganar hasta el último minuto. Les hemos dejado jugar en ataque y a dos minutos del final hemos cometido un par de errores en un saque de fondo y en una falta de Laso. Pero el Barcelona ha tenido fe y ha ganado de forma muy merecida".

Ferran se convirtió en el héroe particular de la semifinal, ya que a su excelente actuación global agregó un triple en un momento decisivo. "La clave", dijo, "ha sido nuestra capacidad de reacción después de ir perdiendo por 15 puntos. En el momento en que he lanzado el triple estábamos intentando cargar el juego en el interior de la zona, pero Fernández y yo solemos hacer la jugada del triple y hemos decidido ponerla en práctica".

Antúnez concretó en los errores que creyó que le costaron la derrota al Madrid: "Hemos empezado muy bien, pero nos hemos relajado, y ahí hemos perdido el partido. Cuando se gana por 15 puntos hay que saberlos administrar".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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