El Betis no encuentra el equilibrio
Lopera se enfrenta a Soledad Becerril tras ser detenido Serra por un incidente de tráfico
Se mire por donde se mire, la Liga chisporrotea. El litigio por la UEFA es otro hervidero, tan caliente como el que se libra en los bajos fondos o como el que dirimen Atlético y Barça en la cúspide del campeonato. El Betis anda metido en el pleito europeo y ayer tuvo tiempo para hacer cábalas antes de encarar al Racing. Saltó al Villamarín saboreando un dulce (el tropiezo de un perseguidor, el Madrid) pero estremecido por el aliento del Tenerife. No había red que amortiguara una caída. El Betis no podía tirar por la calle de enmedio, tenía que ganar para mantener el equilibrio. Los de Serra Ferrer no encontraron el punto de estabilidad. Son quintos sólo por el precio del goal average frente al Tenerife.Alfonso fue quien se echó el partido a la espalda y el futbolista que dejó medio facturado el partido al borde del descanso.
El Racing construyó otro partido a la vuelta de los vestuarios. El Betis reculó y estrechó el campo. Pero fue sorprendido a la contra con un gol que Billabona no quiso marcar (había centrado, pero Vidakovic lo envenenó hacia su portería). Al instante, merced a unas inocentes manos de Txema, el Betis recuperó el aliento de penalti. El Racing, con 10 jugadores, permaneció en pie y sacó resuellos para devolver la igualada. Todo ocurrió en un suspiro. En siete minutos, tres goles.
El incidente
Manuel Ruiz de Lopera, consejero delegado del Real Betis, anunció anoche que el club "no quiere nada con el Ayuntamiento de Sevilla", debido a un incidente que sufrió el técnico del equipo, Lorenzo Serra Ferrer, que fue arrestado el sábado por la Policía Local tras un problema de aparcamiento en el aeropuerto hispalense. Lopera fue más allá: "Con esta alcaldesa de Sevilla [Soledad Becerril] no nos va bien. Nos debe aún 74 millones". También criticó a la regidora por haber dado su apoyo al Sevilla Fútbol Club tras su descenso administrativo a Segunda B el pasado verano.
Ruiz de Lopera explicó que Serra Ferrer fue a recoger a su mujer al aeropuerto y que mantuvo una discusión con un policía local debido al estacionamiento de su automóvil. El máximo dirigente del Real Betis comentó que Serra Ferrer estuvo retenido en las dependencias de la Policía Local sevillana durante unas cuatro horas y que "lo metieron en un calabozo con otros dos delincuentes", informa Efe. "Un sargentillo ha falseado una agresión, porque el único maltratado ha sido Serra Ferrer, que tiene el labio por dentro reventado. Unos patrulleros de la Policía Local me comentaron que ese señor [el sargento] no quiere al Betis", añadió Lopera.
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