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Cierre por envejecimiento

La veteranía de su audiencia acaba con 'Se ha escrito un crimen'

En doce años, Jessica Fletcher ha tenido tiempo de pasar de la máquina de escribir al ordenador y el teléfono móvil, resolver 280 crímenes (264 episodios) y convertir finalmente Se ha escrito un crimen (TVE-1, de lunes a viernes a las 17.30) en la serie dramática con más aniversarios en la historia de la televisión norteamericana. Habrá duelo y melancolía entre los fieles de esta intriga policiaca al viejo estilo que acaba de anunciar su despedida para el próximo 19 de mayo por razones que tienen más que ver con la demografía y la veteranía de su audiencia que con el agotamiento de la fórmula.Éste, su último año en la cadena norteamericana CBS, no ha sido el mejor, entre otras cosas porque -y según ha dejado bien claro Angela Lansbury-, después de ser durante once años una auténtica tradición los domingos por la noche, sin dejar de aparecer nunca entre los 20 primeros programas, la cadena se llevó a jueves perdi de esta delicada movida una buena parte de su público. Pero el dato que ha dictado verdaderamente la muerte intempestiva de este policiaco es el que resulta del análisis de su audiencia. No hay muchos jóvenes en ella, y eso es hoy un baldón insuperable, teniendo en cuenta que los que pagan, los anunciantes, sólo parecen interesados por esa franja que no supera la fatídica frontera de los 49.

Eso y que la cadena CBS intenta los últimos años aplicarle un lifting a esa imagen de cadena de oro que se ha ganado entre la audiencia con éxitos como Se ha escrito un crimen o el popular informativo 60 minutes. Para Angela Lansbury, que ha sido intocable durante más de una década, la cadena, ahora, "se ha puesto en manos de las agencias de publicidad y el público que éstas buscan".

Fuera de cambios superficiales, Se ha escrito un crimen se ha mantenido fiel durante todo este tiempo a un público y a una fórmula, la del policiaco a lo Agata Christie. Este género ha sido en la televisión norteamericana una tradición desde las aventuras de Ellery Queen, un drama detectivesco, basado en los relatos de Frederic Dannay y Manfred Bennington, que saltó de la radio a la televisión en los años 50. Como aquel detective-escritor que apareció por última vez en los años 70, Jessica Fletcher va sacando a la superficie evidencias y pistas que acercan al telespectador detective aficionado también al sospechoso. El crimen ocurre siempre fuera de escena, pulcro y aseado como la protagonista. Esta ausencia de tomate y gore es lo que ha hecho de la serie un programa con potencial reclamo para toda la familia (Televisión Española lo emite dentro de la programación de tarde).

Jessica Fletcher, la convincente creación de esta actriz que llevó al cine varias die las heroínas de Agata Christie, es un personaje reconfortante que choca frontalmente -dice Lansbury- con la nueva televisión de los programas sensacionalistas y la gratificación instantánea. La heroína de Cabot Cove es tan discreta, por otro lado, que 15 veces fue nominada al premio Emmy (empezó su carrera con Luz de gas, por la que obtuvo la primera de sus tres nominaciones al Oscar) y 15 se fue sin obtenerlo, como la propia serie.

Se asegura que Se ha escrito un crimen, como Colombo, volverá en forma de telefilmes especiales, y que Angela Lansbury, con sus 70 años cumplidos y el récord de haber sido la primera heroína de la tercera edad que ha competido sin complejos con las barbies de hora punta, le queda cuerda para rato. Según los datos de la CBS, cuando Se ha escrito un crimen llegue al cierre el próximo 19 de mayo, habrá sido vista por 10.000 millones de espectadores.

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