El autocar blanco fue apedreado
La masiva presencia policial sirvió de bien poco. El autocar del Real Madrid fue apedreado a su llegada al estadio. Un grupo de ultras atléticos lanzaron todo tipo de objetos sobre el vehículo, entre ellos una botella de whisky. No hubo heridos, pero tres de las lunas resultaron rotas. Según comentó tras el partido Soler, la vandálica acción les dio alas: "Comentamos en tono de humor que no nos conocían enfadados. Nos dijimos que se iban a enterar de lo que es bueno. Y así fue".Con los ultrasur, unos 1.200, hubo menos problemas. Llegaron al campo noventa minutos antes del inicio del choque y se fueron de él cerca de dos horas después de su finalización. Su llegada coincidió, precisamente, con el momento en que el Atlético colocaba en sus taquillas el cartel de "no hay billetes". 60.000 aficionados agotaron el papel y dejaron en las arcas del club cerca de 115 millones de pesetas, a los que hay que añadir los 50 de televisión.
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