El 'brazo derecho' de Salinas declarará en México sobre el asesinato de Colosio

El segundo hombre más poderoso en México durante el Gobierno del ex presidente Carlos Salinas será citado a declarar en el caso del crimen del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio. La Procuraduría General anunció, ayer que el ex asesor presidencial, José Córdoba, sobre quien se han recrudecido las sospechas al cumplirse dos años del atentado, comparecerá ante la justicia.

El procurador general, Antonio Lozano, puso fin ayer a la ambigüedad que sostenía en tomo a la petición de diversos sectores políticos y empresariales para que el poderoso asesor del ex presidente Salinas fuera citado a declarar por el crimen que hizo temblar las entrañas del Estado mexicano el 23 de marzo de 1994, cinco meses antes de las elecciones en las que fue electo Ernesto Zedillo. "Córdoba Montoya será llamado a declarar en su momento en torno al caso Colosio", dijo el fiscal.

Con este pronunciamiento, la fiscalía respondía de forma sorprendente al reto, planteado horas antes por el propio Córdoba, para acabar con las especulaciones que le han causado "un grave daño moral". "Si mi testimonio puede contribuir en algo al esclarecimiento del asesinato de Luis Donaldo Colosio, le ruego se me cite a declarar. Si de lo contrario, la Procuraduría no dispone de ningún elemento hasta hoy que le haga suponer que tengo algún dato útil para las investigaciones en curso, mucho apreciaría también que [ ... ] en ambos casos dé respuesta por escrito".

A dos años del crimen del candidato presidencial del partido en el poder desde hace 67 años, la confusión y el letargo de las investigaciones y las duras declaraciones realizadas el fin de semana pasado por el padre del político asesinado, Luis Colosio Fernández, vinculando a Córdoba en el atentado, han reavivado el linchamiento popular contra el ex asesor.

Córdoba, de origen francés naturalizado mexicano en 1985, es visto en la cúpula del partido oficial como un vicepresidente de facto que manejó personalmente las riendas de la política interior, mientras Salinas, más preocupado por las relaciones internacionales y su imagen exterior, perdía influencia en los, círculos de poder mexicanos.

La decisión del procurador coincide con la amenaza de la comisión del Congreso que sigue el caso de presentar un informe vinculando "a ex funcionarios de la oficina presidencial". "Estamos afinando los últimos detalles", aseguró el senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Guillermo Obregón, tras la entrevista sostenida ayer por la comisión con el asesino confeso, Mario Aburto.