Manzanares 'defiende' a las Cortes de las "prisas" de Sala
José Luis Manzanares, vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al frente de otros cuatro vocales conservadores, dirigió ayer a los presidentes del Congreso y del Senado sendos escritos alternativos a los del presidente, Pascual Sala, en los que, además de discutir la representatividad de éste, defiende a las Cortes de los riesgos de "precipitación" en acometer la renovación del Consejo.Manzanares, Andrés de la Oliva, Margarita Mariscal de Gante, Antonio Robles Acera (los cuatro propuestos por el PP) y Wenceslao Díez Argal (por el PNV) dudan que Sala transmita "con acierto" la voluntad del Consejo. En desacuerdo con las acusaciones de Sala de "falta de lealtad" y otras apreciaciones sobre la crisis del CGPJ, los cinco consejeros niegan a este órgano la función de "dirigir reproches o censuras a las Cámaras, a causa del retraso en la renovación".
Las viejas críticas a los otros poderes se tornan ahora en comprensión ("debíamos suponer que esa demora obedecía a dificultades que ni podíamos conocer plenamente ni nos correspondía valorar", dicen) y los cinco juristas abren los brazos a las Cortes surgidas del 3-M, a las que protegen de cualquier "reproche" sobre la renovación del CGPJ, "con la convicción de que el trabajo sereno del Congreso y del Senado, es, en estos momentos, de primordial interés para todo el Estado".
Nada ya de dar preeminencia al poder judicial. Los cinco juristas ahora quieren colaborar: "En nuestro ánimo ha estado y sigue estando no añadir dificultad o tensión o urgencia a cuantas tareas, algunas muy apremiantes, han de afrontar en estos días los grupos parlamentarios y los diputados y senadores". En esa situación, la renovación del CGPJ "ha de hacerse sin tardanza, pero sin precipitación alguna", aconsejan. ¿Para qué tanta prisa?
Y en línea con este sereno documento, la dirección de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), mayoritaria y conservadora, se reunió ayer con urgencia. Calificó de grave la situación y advirtió que "se impide el funcionamiento del órgano constitucional de gobierno de los jueces". La APM, defensora a ultranza de la función judicial, califica la decisión de Sala de "desafío a la soberanía popular representada por las cámaras legislativas, a las que se quiere forzar a una decisión apresurada e improcedente de renovación del CGPY. Lo dicho. De prisas, nada. Y, de nuevo, acusan a los renunciantes de "impedir que el CGPJ cubra las vacantes existentes en la Sala Segunda del Supremo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.