Clinton presenta su proyecto de presupuesto para el año fiscal 1997
El presidente Clinton presentó ayer una propuesta de presupuesto para 1997 de 1,64 billones de dólares en la que se refleja la proximidad de las elecciones. Por esa misma razón -la campaña electoral en curso- es muy poco probable que el Congreso, dominado por los republicanos, acepte el proyecto de la Casa Blanca, que contempla tímidos recortes fiscales y que reitera el objetivo del equilibrio presupuestario. A todo esto, EEUU sigue sin presupuesto para 1996 por falta de acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso.El plan de Clinton para el presupuesto de 1997, que debería entrar en vigor el 1 de octubre, comienzo del año fiscal, había sido ya esbozado en las semanas anteriores y se limita a dar detalles de propuestas anunciadas por el presidente, la mayor parte de las cuales han sido rechazadas por los dirigentes republicanos. Clinton ha invitado hoy a discutir con él en la Casa Blanca el presupuesto y los asuntos pendientes al candidato presidencial Bob Dole y al presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
El presupuesto de 1,64 billones de dólares incluye un déficit de 140. 100 millones. La Casa Blanca, de acuerdo con el compromiso aceptado por Clinton, mantiene el objetivo de alcanzar unas cuentas equilibradas en el año 2002.Sin comprometer la sanidadClinton asegura que eso se puede hacer protegiendo las prioridades de gasto en sanidad, educación, medio ambiente, formación profesional, investigación y lucha contra la criminalidad. Los recortes que se proponen ascienden a 124.000 millones de dólares en Medicare, la cobertura médica para ancianos, y 59.000 millones en Medicaid, la beneficencia sanitaria para los más pobres. Las propuestas de los republicanos son mucho más radicales y parten de un punto de vista distinto: trasladar a los Estados la mayor parte de la carga financiera de Medicare y Medicaid.
A largo plazo, en el proyecto se plantean recortes fiscales para los contribuyentes que ascienden a 107.000 millones de dólares en los próximos seis años. Las empresas se verían beneficiadas por algunas medidas de alivio fiscal que totalizarían 12.000 millones de dólares hasta el 2002. El plan habla de ahorros por valor de 593.000 millones de dólares, sin especificar, y aplicables sobre todo en los dos últimos años del periodo que se establece como de transición hasta el equilibrio presupuestario y después de la fecha del 2002, lo cual evitaría que esos recortes, presumiblemente en los gastos de sanidad y educación, se materializaran en un eventual segundo mandato de Clinton.
No sólo no se prevén, como quiere el Partido Republicano, alivios fiscales para los rendimientos del capital, sino que se acentúa en algunos casos la presión impositiva sobre los beneficios de inversiones bursátiles y se elevan los impuestos sobre las empresas en 56.200 millones de dólares, para compensar en parte los recortes en otros capítulos fiscales.
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