"Hemos perdido, pero se nos ha quedado una sensación muy agradable en el cuerpo"

Joaquín Almunia, dos veces ministro, presidente del Grupo Parlamentario Socialista y próximo portavoz del mismo, trasluce, aunque quisiera disimularlo un poco, que no está triste por perder el inmenso poder que su partido ha tenido desde 1982. Reconoce que los socialistas y los electores de ese partido viven en una paradoja. Han perdido, pero, sin embargo, desde la noche del 3 de marzo les embarga "una sensación muy agradable en el cuerpo". No se atreve a dar consejos al PP de cómo se negocia con CiU por si se lo toman a mal, pero les informa de que son gente de fiar. Su grupo se pone a trabajar a partir de ahora para "ganar las próximas elecciones".Pregunta. Dan ustedes la impresión de que han sentido alivio al perder las elecciones.

Respuesta. Hubiéramos querido ganar, pero más de nueve millones de votos saben muy bien; pero no, alivio no. Queríamos ganar y hemos estado a punto.

P. Notan ustedes ya que han perdido las elecciones.

R. Vivimos una situación paradójica. Notamos que hemos perdido las elecciones, pero nuestros electores, y nosotros mismos, tenemos una sensación agradable en el cuerpo.

P. Por su experiencia de negociación con CiU y dado que están ustedes tan colaboradores, ¿qué consejo daría al PP para relacionarse con el nacionalismo catalán?

R. No creo que seamos los más indicados para dar consejos; incluso alguien del PP, sin sentido del humor, se lo puede tomar a mal. Pero de. nuestra experiencia tengo que decir que tenemos un recuerdo globalmente positivo de CiU. Es difícil armonizar al nacionalismo catalán con un partido estatal, pero eso no es óbice para que haya muchos puntos de coincidencia.

P. Durante su etapa de colaboración con CiU se ha extendido la tesis de que Cataluña ha esquilmado al resto de España. Parece que las cosas van a ir ahora por otro lado ante la necesidad de que nuevamente CiU tenga que hacer el papel de soporte para el Gobierno de la nación. ¿Cuál va ser su actitud sobre este punto?

R. El resultado de estas elecciones está provocando en muchos sectores de la derecha una reflexión acelerada de lo que es España a finales del siglo XX. España no puede concebirse sin reconocer su pluralidad y sin respetar los hechos diferenciales. El único modelo posible de convivencia pasa por saber armonizar el respeto a la diferencia con la solidaridad entre territorios. Deseo que los avances que hemos ido logrando en el pasado reciente no vuelvan a ser cuestionados a partir de ahora.

P. Lo que se ha dicho contra el nacionalismo catalán dificultará demasiado la formación de, una mayoría de gobierno.

R. Si la derecha no hubiera, avivado ese sentimiento de agravio comparativo frente a Cataluña, ahora las negociaciones se verían facilitadas y durarían menos tiempo, pero, en fin, esperemos que en el futuro esto no sea así.P. Se compromete usted, por tanto, a no recordar al PP lo que de ustedes dijeron respecto a su asociación con CiU.

R. Queremos desterrar de la vida política la crispación, evitar todo riesgo de enfrentamiento entre territorios y ejercer la oposición con lealtad, ésa que pedimos en la pasada legislatura sin ningún éxito.

P. De sus palabras se podría deducir que Aznar debería estar muy tranquilo respecto al tipo de oposición que van a hacer los socialistas.

R. No, eso no quiere decir que nos quedemos sin margen para hacer oposición. Lo vamos a tener y lo aprovecharemos al máximo. Vamos a demostrar que una oposición fuerte, rigurosa y contundente no está reñida ni con el sentido de Estado ni con la lealtad a los intereses generales del país.

P. Es evidente que ustedes pasaron una mala legislatura. ¿Qué es lo que le ha producido mayor sinsabor?

R. Tienen razón los que han manifestado preocupación por los niveles de judicialización que ha llegado. a alcanzar la vida política española. La consecuencia lógica de esa enfermedades la tentación de criminalizar al adversario político. Ha habido momentos de auténtica locura cuando parecía buscarse el encarcelamiento del adversario como método para acabar con él. No sé, parecía olvidarse, la esencia del sistema democrático, cual es que al adversario se le combate en las urnas.

P. ¿Prevé. que las cosas ya no van a ser así?

R. El resultado del 3-M va a servir de vacuna, pero no estoy tan seguro de que algunos grupos de opinión ajenos al Parlamento hayan analizado con serenidad los resultados a juzgar por lo que leo en algunos editoriales.

P. Habla usted de medios de comunicación, pero esa actitud no se aprecia en José María Aznar o en los dirigentes del PP.

R. Si el señor Aznar cayera en la tentación de seguir los dictados de esos grupos estaría cavando su propia fosa.

P. ¿Desde su grupo parlamentario se creen con fuerza y con intención para condicionar la política del nuevo Gobierno?

R. Cuando un partido no tiene mayoría suficiente y tiene que ir a pactos con otros grupos debe renunciar a parte de su programa. Todavía es pronto para saber qué puntos de¡ programa del PP no va a poder aplicarse, pero algunos que ya conocemos es muy seguro que no tendrán el apoyo de nadie. Ejemplo: la reforma que pensaban hacer del Código Penal en contra de la voluntad del resto de los grupos.

P. ¿Está en condiciones de asegurar que el Grupo Socialista no se abstendrá en la investidura de Aznar, como quiere CiU, y que votará en contra?

R. Lo más lógico es esperar que la oposición se oponga, y coincido con Rodrigo Rato, portavoz del PP, en que el futuro Gobierno no debería encontrar el respaldo por las abstenciones, sino por apoyos explícitos de otros grupos. Aspirar a otra salida como es nuestra abstención para que salga adelante la investidura es pan para hoy y hambre para mañana.

P. ¿El resultado de las elecciones cree usted que aleja la hipótesis de una batalla interna en el PSOE?

R. Si hubiéramos obtenido menos del 30% de votos probablemente estaríamos discutiendo sobre el pasado, pero con más del 37% y con 141 diputados nos es muy fácil discutir sobre lo que tenemos que hacer a partir de ahora para ganar las próximas elecciones.

P. Bien, ustedes proclaman que están muy contentos aunque es de suponer, que en sus reuniones internas de los próximos días hablarán de las causas de haber sido derrotados. Diga una, la principal.

R. Voy a ser poco original. Si no hubiéramos sufrido los casos de corrupción hubiéramos ganado estas elecciones sacando bastante diferencia al PP.