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Aznar se reúne dos horas con Duran Lleida en Madrid para explorar las posibilidades de un acuerdo

Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Democrática (UDC), mantuvo ayer un encuentro de dos horas en Madrid con el presidente del PP, José María Aznar. La reunión tenía como objeto explorar la posibilidad de un acuerdo entre el PP y CiU y era conocido por Jordi Pujol, presidente de Convergència (CDC) y de la Generalitat. Precisamente ayer, Unió expuso a su socio, CDC, que no irá por libre en las negociaciones con el PP. El comité de enlace de CiU, reunido por primera vez desde las elecciones, resaltó "la coincidencia total" de criterios "en todos los extremos entre los dos socios, tirando tierra sobre las especulaciones de que los democristianos de UDC eran más favorables a pactar con el PP que los nacionalistas de CDC.

Aznar y Duran Lleida mantuvieron el martes pasado una conversación telefónica en la que acordaron reunirse. Ayer se entrevistaron durante dos horas en un domicilio particular de Madrid. La reunión causó sorpresa entre altos dirigentes de Convergència que no tenían noticia del encuentro, pese a que éste contaba con todas las bendiciones del líder de CiU, Jordi Pujol, una de las pocas personas de la coalición que estaba plenamente al corriente de la reunión. Pujol y Aznar se entrevistarán posiblemente a finales de esta semana.Duran Lleida, que insistió en que la conversación no tuvo un cariz negociador, sino sólo exploratorio, manifestó que él y Aznar se explicaron cómo veían cada uno la situación política. Aunque no era una reunión negociadora, el líder democristiano catalán reconoció que se había habaldo de pasada sobre la posibilidad de un acuerdo entre el PP y CiU. "Pero las conversaciones no serán cortas y el tiempo nos dirá si estas posibilidades [de pacto] se concretan", añadió Duran.

Lo que sí hizo Duran fue exponerle a Aznar por qué caminos tendrían que transitar los populares para hacer posible un acuerdo con CiU.Reticencias en las bases

Unió ha comprobado que un *acuerdo entre CiU y el PP, como sucede en Convergència, también levanta reticiencias y oposición en sus bases. Asimismo coincide UDC con Convergència en que hay que explorar todas las posibilidades y en que no se puede exigir a la coalición más sentido de la responsabilidad que a otras formaciones políticas.

Sólo unas concesiones muy importantes en materia autonómica y económica por parte del Partido Popular permitirían a Jordi Pujol convencer a cuadros, militantes y electores de Convergència i Unió de que se puede apoyar la investidura y el Gobierno de José María Aznar sin que ello provoque una profunda fractura en la familia nacionalista, admiten fuentes de la coalición, que dudan que Aznar tenga capacidad para ello.

El consejo nacional de CDC reunido el domingo pasado demostró hasta qué punto hay reticencia e incluso franca oposición de la mayoría de los dirigentes del partido de Pujol a un acuerdo con el PP.

El consejo nacional no ató las manos para negociar, pero lanzó un claro aviso a los dirigentes: un pacto con el PP sería muy mal recibido. Antes de tomar una decisión, el máximo órgano de dirección de CDC volverá a reunirse. La cúpula de CiU aún confía en un cambio de actitud del PSOE que permita a los diputados de CiU abstenerse en la investidura sin poner en riesgo la gobernabilidad del país. Pero en la reunión que celebró ayer el comité de enlace de la coalición no se descartó que sean inevitables nuevas elecciones en agosto.Esperando ofertas

Los nacionalistas están a la espera de que Aznar reaccione, salga de la desorientación que le ha provocado el resultado electoral y haga ofertas concretas. No basta con las declaraciones a la prensa expresando deseos de entenderse con ellos.Joaquim Molins, portavoz parlamentario de CiU y responsable de mantener los contactos con el Partido Popular y el resto de partidos hasta que el propio Pujol decida tomar las riendas, constató que hasta ahora "no ha habido ningún ofrecimiento exacto ni concreto" de los populares.Garantizar el despliegue de la policía autonómica, respetar sin reticencias la política de normalización lingüística, no poner techo al desarrollo autonómico y llevar a la práctica la distinción constitucional entre regiones y nacionalidades, transformar el Senado en una verdadera Cámara Territorial, garantizar que la voz de las comunidades autónomas pueda llegar sin filtros a la Unión Europea y, sobre todo, una mejora sustancial de la financiación autonómica (250.000 millones de pesetas más al año, incluyendo inversiones directas del Estado) son, entre otras, las principales reivindicaciones de CiU en materia autonómica. ,

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