Los escombros impiden nacer al nuevo poblado de Canillas
Desechos, brozas y cascotes inundan desde hace mes y medio el viejo poblado de Canillas (Hortaleza). Son las ruinas de 500 viviendas de 50 años de antigüedad derribadas el pasado mes de enero. Esos escombros impiden ahora el nacimiento del nuevo poblado de Canillas en el distrito de Hortaleza. Los vecinos llevan 40 días suplicando que los retiren. "Nos van a devorar las ratas y la suciedad", denuncian los perjudicados, que comparan su barrio con Bosnia. "Peor que Sarajevo, porque al menos a ellos les ayudan", afirma un vecino.A sus peticiones se han unido los grupos parlamentarios de IU y el PSOE en la Asamblea de Madrid. Ambas formaciones citaron al consejero de Obras Públicas y Urbanismo de la Comunidad, Luis Eduardo Cortés, para contemplar el sórdido panorama. Esperaron en vano. El representante regional les dio plantón.
PASA A LA PÁGINA 5 Entre las ruinas abundan la basura y las ratas
Los vecinos piden tres millones de pesetas para eliminar los escombros
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Los vecinos del poblado de Canillas llevan 50 años en el barrio. Han vivido medio siglo en las casas de 80 metros cuadrados hasta que la colonia fue integrada en el programa de remodelación de barrios del Gobierno regional. Las viviendas iban a ser demolidas para levantar otras nuevas.
El derribo tuvo lugar el 28 de enero por el Instituto de la Vivienda de la Comunidad de Madrid. Antes de la entrada de la piqueta fueron realojados en bloques situados a la otra orilla de donde vivían, junto a la calle de Matapozuelos y Gomeznarro.
Sin embargo, tras el derrumbe no se iniciaron las obras de las nuevas casas, porque nadie retiró los escombros. Según la portavoz vecinal Toñi del Moral, son necesarios tres millones y medio de pesetas para despejar el barrio de desechos.
En los desperdicios, dicen los vecinos, se acumula suciedad y abundan los roedores. Por eso prepararon varias pancartas con el lema "Gallardón, si no hay dinero, vende tu caballo y termina nuestro basurero" o "Gallardón, las ratas a tu salón". También se quejan del peligro que corren los niños de un colegio próximo, el Rubén Darío, que juguetean entre los escombros. "Más de un niño se ha pinchado con los hierros", denuncia un vecino. También temen que las casas en semirruina sirvan de refugio a drogadictos.
Para Juan Antonio Ruiz Castillo, portavoz de vivienda en el PSOE, el Ivima está actuando con negligencia y despreocupación absoluta en Canillas: "Si el gerente del Ivima estuviese en estas casas dos días, seguro que retiraría todos los escombros de forma inmediata". "Esto se parece más a un paisaje lunar que al Madrid de final de siglo", agregó.
Según Juan Ramón Sanz, de IU, "la Comunidad dispone en su presupuesto de 35 millones para derribos". "No puede decir a los vecinos que no tiene dinero. Hay que liberar el suelo con el fin de construir sus viviendas".
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