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Los taiwaneses se preparan para repeler la invasión

Nadie cree en la guerra, pero cualquiera que venga de fuera no puede dejar de sentirse impactado por los preparativos. Tal vez en un país que ha vivido bajo la ley marcial hasta 1987 y que desde que es refugio de los nacionalistas que perdieron la guerra civil frente a los comunistas en 1949 espera la invasión del enemigo, los habitantes estén acostumbrados a ensayar cómo se ha de actuar ante una alarma de bombardeo aéreo y les parezca normal que centenares de colectivos hayan dedicado parte del fin de semana a refrescar su entrenamiento.En Kinmen (Quemoy), la pequeña isla cuyo extremo noroccidental apenas dista 2.100 metros de la costa continental china, ésa ha sido la actividad común de sus 50.000 habitantes, la mayoría de los cuales son militares con sus familias. Kinmen, precisamente, está siempre preparada para lo inesperado después de aquel 23 de agosto de 1958 en que los comunistas de Mao Zedong trataron de conquistarla para su causa.

En Taipei, las autoridades abrieron un centro de emergencia que se encargará de coordinar todos los esfuerzos de atención a los damnificados en caso de guerra.

Baterías de misiles

El Ejército taiwanés tampoco se queda quieto. Ya han sido instaladas en las islas de Pescadores, situadas en mitad del estrecho de Taiwan, las baterías de misiles guiados Sky Bow II. Éstos, de los que, según la radio taiwanesa, el Ejército sólo cuenta con seis, tienen una propulsión mejor y un mejor sistema de guía que la, versión anterior, los Sky Bow I. El Ejército no quiso confirmar los rumores de que ayer estuvo realizando ejercicios de tiro desde Kinmen al centro del estrecho, y se limitó a decir que. hay barcos de la Marina taiwanesa y helicópteros en la zona.La captura el jueves de dos periodistas de la cadena taiwanesa de televisión (TTV) por soldados del Ejército Popular de Liberación (EPL) cuando filmaban los preparativos militares en la provincia de Fujian, la que se encuentra frente a las costas de la isla rebelde, llevó a todos los medios de comunicación taiwaneses a pedir a sus periodistas que abandonaran el continente los más rápidamente posible. Los dos periodistas, después de ser acusados de espías, fueron expulsados hacia Hong Kong, donde llegaron ayer sanos y salvos, tras una secreta pero alta negociación.

Pero, a pesar de todo esto, los ciudadanos de a pie dicen que no tienen miedo, que China no va invadir porque eso perjudicaría a su' economía y que los únicos que tienen algo que perder en esta guerra son los ricos empresarios, que son los que han invertido en el continente.

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