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España se pasea por Europa

Los atletas españoles acaparan todas las victorias en las carreras de medio fondo y fondo

Era una gesta que estaba por escribir: ganar los 800, 1.500 y 3.000 metros de unos campeonatos. Una hora y cuarto le llevó a los atletas españoles conseguirlo. Mateo Cañellas (1.500) puso la firma levantando ambas manos con tres dedos. Roberto Parra (800) y Anacleto Jiménez (3.000) fueron los coautores de la hazaña. Sandra Myers (200), además, también ganó la medalla de oro.El conjuro existió. Había que conseguir el triplete y se consi: guió. Anacleto y Mateo no quisieron meter presión a Roberto y le dejaron al margen. La mujer del primero y la novia del segundo colocaron unas pancartas de ánimo en las gradas, dirigidas sólo a sus chicos, y que Roberto hiciera lo que pudiese.

Lo que pudo fue mucho. u atletismo no es de estos campeonatos y eso que en su prueba estaba un subcampeón mundial absoluto, el, italiano D'Urso. Por la noche, Parra se había puesto a pensar: "¿Y si suena la campana y gano?". No sintió ningún miedo. Comenzó entonces a perfilar su estrategia: "Andrés Díaz va a salir tirando". Eso lo sabía, porque se lo había dicho él mismo. "Para empezar, tengo que salir atrás. Siento las fuerzas limadas de las dos carreras anteriores. Y después, ya veremos qué pasa. Alguien atacará y si yo puedo, me iré a por él. ¿Pero dónde? ¿En la recta de contrameta, en la de meta? Parra se acabó durmiendo sin ninguna intranquilidad. Él no se iba a jugar nada.

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A por todas

Al día siguiente, ayer, Parra, al situarse en la línea de salida, tenía claro que iba a ir a por todas. Anacleto había ganado, Mateo también lo haría y le hacía ilusión cooperar al triplete. Si se quemaba en el empeño, mala suerte. El ya había cumplido con el objetivo de estar en la final. No sintió la más mínima presión.

Primeras vueltas de libro: Andrés Díaz tirando y él, detrás, a la espera. Progresó, como si no le costara trabajo, en la penúltima vuelta. Estudió la situación escuchando los resoplidos de los rivales y descifrando la forma como pisaba cada uno. Vio que tenía posibilidades de ganar. Cuando D'Urso atacó, Parra le echó el aliento en el cogote y supo que ya había ganado. Sólo tenía que elegir el momento de pasarle: ahora, en la recta de contrameta, o a la salida de la curva, en la recta final. Repasó su propio estado físico y la conclusión fue tan buena que decidió esperar. Así, el italiano no tendría capacidad de reacción.

Toda esta teoría parece muy fácil, pero trazarla cuando la velocidad es tan vertiginosa que se comen nueve metros en cada segundo, y ya no quedan. más de cien de carrera, hay que ser un auténtico genio para actuar según se piensa. No son, por tanto, unas piernas y un corazón de superdotado lo que tiene Roberto Parra, sino también la capacidad para analízar la situación y, sobre todo, encontrar soluciones, propia de los genios.

Parra, efectivamente, superó a D'Urso en la recta final y se lanzó a abrazar la gloria, repitiendo el mismo gesto que Coe cuando comenzó a levantar su mito en los Juegos Olímpicos de Moscú 80. "Fue algo inconsciente, totalmente espontáneo, que expresaba una tremenda alegría", aseguró Parra. Resultó ser el único acto no premeditado del atleta en la pista. Ni siquiera el no dar la vuelta de honor fue un olvido: "No me atreví, porque eso queda para los grandes atletas y yo todavía estoy en el escalafón de abajo".

Una vez que Anacleto Jiménez se había exhibido por la gran capacidad de maniobra de que dispone -"aqui vine sólo a ganar", manifestó-, ya sólo le quedó a Mateo Cañellas rematar. No tuvo mayores problemas. El ritmo de salida le resultó tan cómodo, que creyó estar entrenándose. Un tironcito a mitad de carrera, paciencia ante el ataque largo del inglés Whiteman y a por la victoria. Así de fácil ganan los campeones.

Sandra Myers pasó más dificultades, obsesionada por el rigor de los jueces en sancionar la más mínima pisada sobre la línea; al final también se complicó la carrera por un tirón que sintió en la pierna. Una centésima le fue suficiente para sumar a sus 26 récords de España y 19 títulos nacionales, la cuarta medalla en una competición internacional.

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