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'Roberto' se corta la melena

El perro que esperó a su dueño dos años en Barajas ya esta disponible para ser adoptado

Roberto ya no es un vagabundo desgreñado. Esperó durante dos años en la terminal internacional del aeropuerto de Barajas a un dueño que, un día voló no se sabe adónde. El cariño de los trabajadores del aeródromo y de los taxistas le permitió sobrevivir al frío del invierno y al castigo del verano.Se dejaba querer y alimentar, pero no tocar. En su destierro entre las alambradas que protegen las pistas, algunas personas intentaron rescatarle de la vida errante. Sin éxito.

Roberto, que tiene unos tres años, no permitía caricias de nadie y sólo hacía una excepción con el taxista (también Roberto) del que tomó prestado el nombre y los desayunos de muchos meses.

Pero Roberto, el taxista, se jubiló hace unos meses, y Roberto, el can, se sumió en la tristeza. Los trabajadores del aeropuerto vieron que el perro había dado un bajón. Las responsables de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) ya habían intentado llevarse a Roberto a su albergue varias veces durante el año pasado, pero al saber que el can estaba triste decidieron intensificar el cerco.

Lo intentaron con jaulas trampa (cuya puerta se cierra cuando el animal entra a comer el cebo). Pero Roberto es demasiado listo para dejarse engañar con un truco tan viejo.

Al fin consiguieron atraparlo el martes pasado. No resultó fácil, pero un poco de jamón de York fue demasiada tentación. La trampa seguía siendo vieja, pero más apetitosa.

"Ni rechistó", comenta Beatriz, una de las responsables de la asociación. Roberto estuvo hasta el sábado en casa de Mati Cubillo, una colaboradora de ANAA. "Ya pasea con correa, es limpísimo y le encanta estar con otros perros", explica Beatriz. Mati lo ha lavado y Roberto ya no luce ahora las greñas rizadas de perro de aguas que es. Y busca la caricia, pero todavía no ha recobrado la suficiente confianza en el género humano como para permitirse subir a un sillón. Aún no ha salido de su tristeza.

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"Esperamos que lo adopte alguien que pueda darle mucho cariño y compensarle del calvario que ha vivido en los dos últirnos años", suspira Beatriz.

Otros perros abandonados como Roberto han conseguido un hogar gracias a ANAA, que todos los sábados recibe a los interesados en adoptar un chucho.

Se entregan vacunados, con el microchip que los identifica; y las hembras son esterilizadas para evitar que nazcan más cachorros mestizos candidatos al abandono. Sólo piden 5.000 pesetas por el can, para cubrir los gastos.

Asociación Nacional de Amigos de los Animales. Información en los teléfonos 372 10 29 y 314 44 11. Donativos en la cuenta número 0103 0388 11 0100001279.

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