Intensa lucha barrio por barrio en Grozni

Los disparos se intensificaron en Grozni a la caída de la noche. El cielo anaranjado iluminaba ruinas y cascotes. Eran los reflejos del fuego de una refinería en el sur de la ciudad. Las tropas rusas de refresco realizaron incursiones en busca de rebeldes chechenos que mantienen en su poder áreas del sur este y suroeste. Se lucha barrio por barrio. "La situación es extremadamente tensa", admitió un comandante de las fuerzas del Ministerio del Interior. "Controlamos enteramente la situación", replicó el general Viatcheslav Tikhomirov, jefe de las fuerzas rusas en Chechenia.

Las tropas del Kremlin, que recibieron ayer un nuevo convoy de carros blindados de refuerzo, peinaron las calles de Grozni con el fin de exterminar a los guerrilleros chechenos que en parte continuaban resistiendo encarnizadamente en diversos puntos de la ciudad y en parte habían huido en la noche del jueves al viernes tras burlar el despliegue militar ruso.Ayer, Día de la Mujer Trabajadora, era una jornada de fiesta oficial en Rusia, y el presidente Borís Yeltsin, en plena campaña electoral, intervino durante 10 minutos por televisión para felicitar a sus conciudadanas ("guardianas del hogar y de las tradiciones familiares") en un tono lírico que resultaba chocante habida cuenta de la realidad del país.

A última hora de la tarde resultaba "extremadamente difícil hacer pronósticos", aunque había "algunos síntomas de estabilización", manifestó por teléfono desde Grozni Grigori Brinza, corresponsal de la mencionada cadena de televisión. Las imágenes de aquella ciudad, las primeras que emitía la televisión rusa desde el inicio de la incursión guerrillera, mostraban la sede del Gobierno promoscovita protegida por alambre de espino y rodeada de carros de combate.

Kulikov en Grozni

A Grozni llegaron ayer el ministro del Interior de Rusia, Anatoli Kulikov, y el máximo dirigente de Chechenia, Doku Zavgáiev.Los independentistas mantenían posiciones en el sur y suroeste de la ciudad y en las inmediaciones del centro. En el distrito de Zavodskoi (en el suroeste) un puesto de control y una comandancia militar continuaban siendo asediados por los rebeldes sin que los refuerzos que habían acudido en auxilio de los sitiados hubieran logrado romper el cerco.

Dudáiev exhortó por radio a las tropas federales rusas a que entregaran las armas, y les ofreció a cambio garantías para que huyeran, según la agencia Interfax. La radio promocovita, por su parte, exhortaba a los habitantes de la ciudad a conservar la calma y a no salir a la calle, donde el tráfico rodado estaba prohibido.

El suministro de agua potable no se había restablecido, la electricidad funcionaba de forma discontinua y no había pan, ya que los accesos a la panificadora estaban cortados.

Según el viceministro del Interior de Chechenia, Yuri Plugin, hasta anoche se habían registrado 20 muertos y 30 heridos entre los agentes de policía chechenos, mientras otros 40 habían desaparecido. A esto hay que añadir, por lo menos, 83 muertos y más de doscientos heridos hasta la noche de ayer entre los efectivos de las tropas de Interior y del Ejército. Las bajas de los asaltantes fueron calculadas en 150 muertos y más de doscientos heridos por parte de representantes del Ministerio del Interior de Chechenia, pero había otras estimaciones más elevadas.