Méndez y la oposición de UGT buscan una "solución política" a las fusiones

Manuel Garnacho y Manuel Fernández Lito reconocen que se ha generado "un problema político" en el seno de UGT con su iniciativa de emprender la fusión de sus dos federaciones y Metal-. Ahora buscarán "una solución política" junto al líder del sindicato, Cándido Méndez, en la reunión que van a mantener el próximo lunes para intentar limar las discrepancias. De esta manera parece que se intenta reconducir el problema creado por la decisión unilateral de las federaciones que encabezan los dos principales dirigentes del sector crítico de UGT, y realizada sin conocimiento previo de la ejecutiva confederal.Pese a ello y a que, según Lito, no hay fechas decididas, la fusión no se paraliza. Metal y Construcción culminaron ayer en Madrid las asambleas realizadas en todas las comunidades autónomas en un proceso que califican de "investigación y análisis para una hipotética fusión". El resultado de ese proceso previo es un respaldo "del 98%" de las bases, de acuerdo con sus datos. Lito explicó ayer los pasos siguientes: "Decidiremos la puesta en marcha del mecanismo estatutario, el calendario y los procesos de fusión, que son muy complejos". Según Garnacho, la fusión no afecta sólo a las ejecutivas de las dos federaciones, sino a todas y cada una de las estructuras provinciales y comarcales. Y asegura que el objetivo es llegar al Congreso Confederal de 1998 con el proceso de fusión acabado.

Si se culmina la controvertida fusión, se conformaría la federación más fuerte del sindicato y un claro frente opositor a la dirección de UGT. El consejo confederal dedicó su larga sesión del pasado miércoles a estudiar el asunto, aunque no se habló sólo de la unión de Metal y Construcción. La conclusión de ese debate es: abrir un período de reflexión sobre los distintos procesos de fusión, elaborar un modelo compartido por toda la organización, y que éste sea liderado y conducido por la ejecutiva confederal.