_
_
_
_
BALONCESTO: LIGA EUROPEA

El Real Madrid cae con estrépito en Atenas

Los cinco hombres exteriores blancos anotaron sólo siete puntos al Olympiakos

Siendo mala por definición, no siempre la derrota es lo peor. El Madrid perdió el primer asalto y deberá realizar un salvador doblete la próxima semana en Madrid. Teniendo en cuenta la potente plantilla del Olympiakos, muy castigada por las lesiones durante toda la temporada, y lo difícil que resulta volver de Grecia con algo más que un soberano cabreo, un resultado adverso entraba dentro de lo factible.Pero la noche no se saldó únicamente con un marcador desfavorable, sino con la actuación más desangelada en los últimos tiempos. Su impotencia fue manifiesta durante todo el partido, mostrando muchos de los vicios que llevan camino de convertirse en males endémicos, pues los ya numerosos reveses a lo largo de la temporada no han logrado desterrarlos. Ni siquiera limitarlos.

El Madrid fue una fantasma que fue, pero no estuvo. Se jugó cómo, cuándo y dónde quiso el Olympiakos. Y quien dice el Olympiakos, dice su base norteamericano David Rivers. El base ex-NBA es un bicho raro en el baloncesto griego. Donde todo es pasión, Rivers pone el contrapunto con un juego cerebral al máximo. Para él no existen las urgencias ni las tretas. Sus métodos son exclusivamente deportivos. Impone su ritmo, conoce a sus compañeros y es maestro en :racionar una sustancial ventaja. El control que ejerció sobre los avatares del partido fue exhaustivo. En la primera parte dejó que entrase en juego gente como Nakic o Fasoulas, y en la segunda fue él mismo el encargado de completar su dominio con una productividad ofensiva imparable para sus guardianes.

El Madrid ni siquiera entró, a debate con Rivers. El Olympiakos, como hacen todos los adversarios del conjunto blanco, cifraron su objetivo defensivo en los de siempre, Arlauckas y Savic. El Madrid, como es habitual, hizo oídos sordos a esta táctica. Los números hablan por sí solos. La primera canasta de un jugador blanco que no fuese su pareja estelar tuvo lugar en el minuto 17. Santos y Smith, pareja de aleros titulares, se quedaron a cero. Entre los dos bases, dos puntos. Pretender ganar un partido de tal entidad con este monumental desquilibrio es un atentado contra la razón.

El Olympiakos dominó todas y cada una de las facetas del juego. Su defensa tuvo intensidad e inteligencia. No abusan del juego físico, pero se mueven con criterio y conocían perfectamente virtudes y debilidades de] equipo madridista. En ataque, con Rivers todo resulta más fácil. Atenazaron a Arlauckas, durante el primer cuarto de partido, y esto les sirvió para dar primero (29-16, m. 14). Dejaron que Nakic se comportase como un gran jugador, y fueron al descanso sin una pizca de preocupación (35-26). Rivers calentó la muñeca y el partido quedó resuelto (55-40 m. 32). Poco importó que por unos momentos Arlauckas cogiese la onda. Todo estaba ya más que vendido.

Mal se han puesto las cosas para el Madrid. El Olympiakos posee una sólida plantilla al completo en el momento justo. El actual campeón tiene cinco días para aclarar un par de cuestiones. Cómo evitar que Rivers sea el jefe y sobre todo, cómo lograr que los hombres exteriores participen un poco más en el juego. Eso, o ver la Final a Cuatro por televisión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_