"González cuida los bonsáis para tocar tierra"

Es la ironía amable desplegada con trazo fino. Incisivo, sin herir. Comentarista político sin pontificar. Hoy, con 54 años, presenta en Madrid, arropado por Adolfo Suárez y Santiago Carrillo, una recopilación de sus viñetas (1982-1995), publicada por EL PAÍS-Aguilar bajo un título muy propio de él: Confianza y sin fianza.Pregunta. ¿Le cuesta la tira?

Respuesta. No. Es un placer. Me llevó 30 años llegar a hacer la primera, y me lleva treinta minutos hacerla ahora.

P. Anguita, con kefia, ¿es un califa o un ayatolá?

R. Mitad, califa, mitad ayatolá. Quizá la síntesis sea un muecín en el minarete.

P. El próximo ministro de Economia ¿seguirá llevando la varita de mago?

R. Claro, porque es un atributo del cargo.

P. Y el ministro de Interior ¿seguirá llevando porra?

R. Sí. A lo mejor más gorda.

P. González aparece con la columna sobre la espalda. ¿Vía crucis o apego al poder?

R. Apego al poder siempre hay. Negarlo sería hipócrita. La columna a cuestas, como la cruz, está presente en la tradición cristiana. Es el lugar de los azotes. Una gran parte de esta legislatura ha sido como llevar la cruz a cuestas.

P. Pujol, con una coronita encima, ¿es un pequeño virrey? El PNV con una piedra a cuestas ¿qué es?

R. La visión que Pujol tiene de Cataluña no es de separatismo, es de virreinato, y ejerce democráticamente de virrey. La piedra... Levantar la piedra es un elemento de la cultura vasca. Traen la piedra a Madrid, como diciéndote "te vas a enterar". Es una forma de decirte: yo soy yo y mi circunstancia.

P. En sus tiras, ¿Aznar lleva ángel de la guarda o es el ángel el que lleva a Aznar?

R. Eso lo tiene que interpretar el lector. En principio, el ángel de la guarda está para acompañarle a uno y salvarle de los peligros, de los errores.

P. ¿Aznar debe cuidarse de sus, propios compañeros?

R. Tendrá que cuidarse sobre todo de los aduladores y de los que más le han ayudado para subir, los que le han hecho las labores de artillería y de aviación, porque, lógicamente, querrán pasarle la factura. Las escopetas se pueden volver contra él.

P.¿A Felipe González le ha caducado la garantía?

R. Creo que no. Su gran pasión, y única, es la política. Y cuando la política llena tu vida, tienes una ideología y has militado en organizaciones católicas, como él, en las que la honradez es un valor... Supongo que la corrupción es lo que más le ha carcomido y desanimado.

P. ¿Su actitud personal se resume en lo que dijo el director teatral José Luis Gómez: "Por que se funda una bombilla no voy a dejar de creer en la electricidad"?

R. Aunque se funda una bombilla, o se fundan cinco. Además, se han fundido por sobrecarga.

P. Por sobrecairga ¿de qué?

R. Por la sobrecarga que se produjo durante la mayoría absoluta, por el movimiento de tantísirno dinero, en un país que ha pasado de ser pobre a ser rico: ha circulado de todo por los cables. Y a mucha gente se le han fundido los plomos y han fundido todo lo que han pillado.

P. ¿González debe ejercer la oposición?

R. Sí. En su momento sostuve que no debía dimitir, a pesar de lo que caía, porque el poder ha y que dejarlo en las urnas. Quien ha sido líder de la oposición y luego jefe de Gobierno hace un gran ejercicio de pedagogía y de humildad situándose de nuevo al frente de la oposición y poniendo al servicio de la gobernabilidad su experiencia de gobernante.

P. González ha mostrado que se crece ante las dificultades, pero también que sólo se esfuerza cuando está ya al borde del abismo ¿no?

R. Se crece no sólo ante las dificultades, sino ante la novedad, que también es una forma de adversidad. A él le ocurre lo que a todo gran futbolista cuando, habituado a disputar partidos internacionales, le toca jugar, aunque sea 20 minutos, en Tercera División: se aburre.

P. ¿Sigue habiendo Felipe tras la mirada de González?

R. Yo creo que sí. Su principal pasión es la política, pero a la vez hay un Felipe González al que le gustaría ser un ciudadano anónimo. De esa contradicción viene su problema para sustituir ministros y la frustración de la gente que espera de él afecto y se lamenta de que él no les quiere, que no se acuerda de ellos. Buscan en el presidente las dedicaciones del ser humano. Les cuesta entender que si está arriba no está abajo. Está arriba, y eso explica su dedicación a los bonsáis. Es una forma de tocar tierra. Y es una forma de ejercitar la paciencia.