"Somos un equipo muy débil"

No lleva aún 20 meses entre la élite y ya se ha convertido en el gran personaje del Madrid: pronuncia las frases más polémicas, acapara los mejores pasajes de juego, marca la mayoría de los goles, protagoniza los gestos que más enrabietan al vestuario... Es Raúl González, un futbolista con carácter que no parece tener 18 años.Pregunta. ¿Cómo se puede explicar lo que le ha pasado esta temporada al Madrid?

Respuesta. Es inexplicable. Somos los mismos jugadores, más dos o tres que en principio nos enriquecían, pero no damos lo máximo de nuestro nivel. Y se nota. El equipo no se mete en los partidos. Es un problema de mentalización. Calidad tenemos, no se puede discutir, pero mentalización, no. Arrastramos aún las dos primeras derrotas en casa, que no merecimos. Aquello nos está haciendo ser un equipo muy débil. Llevamos diciendo desde la quinta jornada que ya está olvidado, pero no. Cuando se nos llevan seis puntos del Bernabéu, un escenario que debía ser una fortaleza, quedas tocado psicológicamente. Y a la vez, los demás equipos ven que te pueden ganar.

P. ¿.Es real el riesgo de perder una plaza UEFA?

R. Es realísimo. Los de arriba están muy sólidos y va a ser difícil que pierdan partidos. Aun ganando, nos va a costar.

P. ¿Qué ha perdido el Madrid con el adiós de Valdano?

R. Una idea. Su base de cantera estaba dando frutos. Se estaba. ahorrando dinero. Aquí hay grandísimos jugadores que cuestan menos y te liberan de traer estrellas un poco contrastadas, pero que no se sabe cómo van a rendir. Jugar en el Madrid es algo diferente.

P. ¿Echa de menos su idea de fútbol ofensivo?

R. Sí, está clarísimo. Con Valdano se podía ganar o perder, pero el espectáculo estaba asegurado. Podíamos jugar mal, pero el equipo siempre buscaba la victoria y creaba oportunidades. Era su idea y hemos seguido con ella hasta en los momentos malos. Valdano murió Fiel a sus armas.

P. El debate juventud-veteranía que fomentó, ¿provocó una escisión en el vestuario?

R. Supongo que no. Valdano se fió de la gente joven porque debía pensar que la que estaba aquí no rendía. Arsenio piensa que sí rinde y que no necesita a gente joven. Son dos ideas diferentes.

P. ¿La devoción que Valdano sentía por usted, su amistad, le ha supuesto algún coste personal en el equipo?

R. Si ha pasado algo así no lo he notado. Nadie me ha recriminado nada.

P. Por la dureza de algunas entradas en los entrenamientos, parece que no reina la armonía en el equipo.

R. Es que en un entrenamiento tiene que haber patadas. Si no, luego, los domingos pasa lo que pasa. Que en cuanto nos dan un golpe estamos tirados en el suelo. En los entrenamientos también hay que ir fuerte al balón. Esas décimas de segundo que ganas al ir fuerte se notan en los partidos.

P. ¿Se siente uno de los líderes del Madrid?

R. Me considero sólo un jugador. Un líder, no. Puedo ser el joven que más ha salido en la prensa, el que más ha jugado, pero no el líder. Sólo llevo 15 o 16 meses en la élite. Pero no me asusta ese papel.

P. ¿No debería medir un poco, su descaro?

R. En un campo de fútbol hay que hacer cosas para divertir a la gente. Cuando era pequeño, yo no iba a ver un equipo sino un jugador. Con una cosa que hiciera ya daba por bien pagada la entrada. Cada vez que salto al campo pienso en eso. No es hacer el tonto con el balón, ni cosas raras. Es intentar acciones que el 'público agradece, las que yo quería de pequeño.

P. Me refiero a su carácter.

R. Es mi forma de ser. No protesto mucho, pero la televisión, en los momentos de máxima tensión, te enseña con cara de muy cabreado. Yo gano amigos cada partido, supongo. Todavía no he hecho nada para ganarme enemigos.

P. ¿Y Zubizarreta?

R. No puedo tener ojos en 22 sitios del campo. En esa jugada ante el Valencia, cuando recibí el balón, levanté la cabeza, le vi correr y tiré. No sabía que le habían dado un golpe en la cabeza. Si llego a marcar lo habría celebrado. La gente me hubiera criticado, pero hay que estar en el campo. En la final de la Copa de Europa, ves a uno en el suelo y qué haces. Aunque sea el gol más crítico del mundo, la Copa acaba en tu casa. Si le hubiera marcado a Zubizarreta: 1 -0 y el partido.

P. Las puertas de la selección siguen cerradas para usted.

R. El seleccionador tiene un equipo, no una selección. Trabaja desde hace dos o tres años con 20 o 22 jugadores y no cambia. Tampoco tiene por qué, las cosas le van bien. Mi misión es ponérselo difícil.

P. ¿Qué le parece lo del Atlético?

R. Llevaban dos temporadas a bajo nivel, han cogido confianza, y ahora mismo no hay quien les paré. Son capaces de hacer lo que hicieron en Valencia y, si siguen así, de ganar la Liga de calle. El Atlético es el mejor por méritos propios.

P. ¿Y quién es el mejor jugador del campeonato?

R. Mijatovic. Es el que está marcando las diferencias.