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Entrevista:

"Luchamos contracorriente para no convertirnos en provincia americana"

En algo más de tres años, el canal Arte, la iniciativa franco alemana de crear una televisión pública cultural y europea se está consolidando como una de las mejores ofertas audiovisuales que es posible sintonizar. En España, su colaboración con La 2 de TVE ha resultado un éxito. Las emisiones comenzaron el pasado julio y la audiencia que obtiene aquí triplica a la de Francia, Alemania, Bélgica y Suiza, los demás países donde Arte difunde regularmente sus programas. Los lectores de El País de las Tentaciones eligieron Arte como la mejor oferta cultural del año. Jerôme Clément es el presidente de este canal; fue consejero de cultura y comunicación del primer ministro socialista Pierre Mauroy y preside el directorio de la cadena de televisión La Sept. Clement estuvo ayer en Barcelona para participar en el foro La cultura que viene, organizado por la candidatura barcelonesa a la capitalidad cultural europea en el 2001.P. ¿Le ha sorprendido la acogida de Arte en España?

R. Sí. Estoy sorprendido y, feliz. Nuestros programas son innovadores y la aceptación que tienen demuestra que la televisión pública puede ser algo más que un canal comercial. Y que no es cierto que sea la audiencia quien demanda programas sin contenido cultural: son los departamentos comerciales, los directores de publicidad, quienes lo exigen. La sorpresa en el caso español viene de la rapidez con que se ha aceptado Arte. En Francia, Alemania, Bélgica y Suiza nos ha costado más tiempo habituar al telespectador. Aquí, no. Creo que los españoles son más inteligentes y rápidos que los demás.

P. ¿Esto puede llevar a establecer un vínculo más fuerte con TVE?¿Puede llegar a ser socia de Arte?

R. Nos encantaría y, desde luego, las puertas están abiertas. La colaboración es muy fructífera, nos vienen muchas y buenas ideas de España: estamos preparando trabajos sobre el Opus Dei, la censura, Pedro Almodóvar, Dalí, Miró, los jesuitas, el problema vasco, la guerra pesquera con Francia... Pero el problema es económico. TVE no está en buen momento en este sentido.

P. Todo parece indicar que, si gana el PP, la televisión pública será más pobre.

R. Las elecciones no se ganan hasta el día en que se celebran. Pero gane quien las gane, espero que la colaboración se mantenga. Lo digo por experiencia: Arte fue impulsada por el presidente Mitterrand, pero ha tenido el mismo apoyo del gobierno Juppé.

P. El Parlamento Europeo endureció ayer el sistema de cuotas de producción europea. ¿Cómo les afecta?

R. No nos afecta porque toda nuestra producción es europea. Seguimos con interés el debate. Demuestra que crece el interés de los ciudadanos por la cultura europea, por la idea de que no somos una provincia americana y de que estamos decididos a no serlo.

P. ¿Qué quieren ser?

R. Un canal cultural y europeo. Cultural: la cultura es la mirada distinta y abierta al mundo. No se trata sólo de la difusión de pinturas, libros, cine y arte, sino de mucho más: de acercarnos a la cultura tomándonos un tiempo, de dar la palabra al autor y de hacer de la televisión un instrumento de curiosidad e inteligencia, no con espíritu pedagógico, nunca aburrido. Europeo: porque no es un proyecto etnocentrista o nacionalista sino que trata de ofrecer las miradas de todos y no la de un solo país. No queremos borrar las diferencias, sino enriquecernos con ellas.

P. ¿Su anterior afirmación sobre la provincia americana no puede interpretarse como una forma de nacionalismo, digamos, europeo?

R. No. No se trata de antiamericanismo. El problema se plantea así: la televisión norteamericana es totalmente comercial y para amortizarse necesita el mercado mundial. Eso la obliga a anular toda diferencia y especificidad en favor de una uniformización de contenidos que sea digerible para todos. Luchamos contra esto; es decir, que en el fondo luchamos contra el dinero. Estamos por la federalización de la diferencia porque Europa es Cataluña, Borgoña, Bretaña o Alsacia. Almodóvar debe ser visto en París, Louis Malle en Madrid, Stephen Frears en Berlín, ¿entiende? Y el denominador común no debe ser el patrón comercial, sino el cultural.

P. Eso nunca lo hará la televisión privada.

R. Claro que no. Tienen que hacerlo los estados, cuya obligación no se limita a atender a la ley de la demanda sino también a la de la oferta. Arte está demostrando que cuando hay oferta hay público. Pero luchamos contracorriente, porque hacer entender esto a los comerciantes es muy difícil.

P. ¿Es que resulta muy caro?

R. No. Arte es más barato que las retransmisiones deportivas. Nuestro presupuesto anual es de 1.800 millones de francos (unos 40.000 millones de pesetas).

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