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Autopista 85, tráfico lento, 40 grados

Los atascos y el tremendo calor serán dos enemigos en los Juegos de Atlanta

JUAN-JOSÉ FERNÁNDEZ Son las 4 pm (cuatro de la tarde) en la autopista 85 que circunvala el downtown (centro) de Atlanta, la capital del estado norteamericano de Georgia y sede de los Juegos Olímpicos del 19 de julio al 4 de agosto. Usted viene del Parque Stone Mountain, al noreste de la ciudad, que rodea a una impresionante roca granítica surgida de la tierra como una erupción al estilo australiano Ayers Rock. Pero aquí no hay colores rojos, sino los verdes de un inmenso bosque donde aún están en obras tanto el velódromo que acogerá las pruebas de ciclismo en pista, como el circuito de bicicleta de montaña, o los centros de equitación y de tiro con arco. No son los únicos, pero sí un ejemplo del modelo de organización made in USA, que estará todavía poniendo gradas de quita y pon el día antes de las competiciones. Ni un solo dólar invertido fuera de tiempo.

Usted tenía intención de salir de la autopista 85 para pasar por el Centro Olímpico, donde se concentran tres de las mayores instalaciones. Allí está el impresionante Georgia Dome -sede del baloncesto-, y el Omni -actual sede de los Atlanta Hawks de la NBA, pero donde se disputará el voleibol- También quería ver el enorme Centro Internacional de Congresos, donde habrá pruebas de ocho deportes en un tremendo malabarismo para aprovechar espacio.

Pero el tráfico es infernal y entra la duda de si compensa salir de la autopista, porque entonces no dará tiempo para ver -y por fuera, pues dentro sólo ha estado invitado Clinton- las obras, aún, del nuevo estadio Olímpico, más al sur. Ya se cayó una torre en marzo y mató a un obrero. Ahora se ha descubierto que parte de la estructura de acero ha cedido y debe ser reforzada. En Barcelona, con el estadio terminado, hubo goteras un año antes y fue un ridículo. En Atlanta, pasa esto a cinco meses y dos semanas de la apertura. Nada.

Ahí, en el atasco, tras una hora insufrible de coche a ritmo de peatón relajado, a la altura del downtown, se observa a la izquierda, entre la media docena de grandes edificios, el hotel Marriott donde estará la cúpula del Comité Olímpico Internacional durante los Juegos. El presidente Samaranch no tendrá entonces problemas para ir adonde quiera porque suele utilizar helicópteros. Pero los atascos de circulación para el común de los mortales olímpicos serán otro de los terrores con que amenaza Atlanta. El mismo comité organizador (ACOG) está muy preocupado.

Irónicamente, dos letreros trasladan lejos a todos los atrapados en el atasco: San Marcos [Venecia] 5.364 millas; San Pedro [Roma] 5.134; Trafalgar [Londres] 4.310. Y muy cerca otro gran cartel reza: Come celebrate our dream [Ven a celebrar nuestro sueño]. Falta, claro, with trafic jam [con atasco].

La gran esperanza durante los Juegos es que Atlanta se vacíe bastante, como sucedió en Barcelona, y que los aborígenes alquilen sus casas. Pero los precios son prohibitivos. El alquiler mínimo para una sede de acogida de los países durante el período olímpico, como una Casa de España, por ejemplo, difícilmente baja de los 15 millones de pesetas.

La circulación sólo se restringirá en el centro de la ciudad, pero lo que no podrá. evitarse ni dentro ni fuera será otro enemigo natural: el calor. En Atlanta hace mucho frío en invierno y mucho calor en verano. A veces, como el pasado, muchísimo, más -de.40 grados, y con una tremenda humedad. debido a los muchos ríos, lagos y vegetación del entorno. El ACOG no había hecho ningún estudio sobre el asunto y sólo empezó a preocuparse cuando un informe advirtió sobre el peligro de accidentes que podía suponer para los atletas. Ya se ha cambiado la hora (le salida del maratón masculino. A las 18.30 era un suicidio. En los Juegos, eso sí, habrá unas previsiones del tiempo casi exactas con un programa único. Pero lo pagarán las autoridades federales. Faltaría más.

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