La montaña que se hizo colina
El zigurat de escombros del barrio de San Fermín, en Usera, se rebaja 20 metros para ser reforestado
La montaña se transformó en colina. El montículo de escombros en forma de zigurat [torre escalonada y piramidal] situado junto al río Manzanares, cerca del nudo sur de la M-30, en el barrio de San Fermín, en Usera, ha sido rebajado en veinte metros de altura por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid. En sus laderas, antes empinadas y yermas, hay ahora plantados 10.000 pinos.Su metamorfosis es inversa a la de la película El inglés que subió una colina pero bajó una montaña, un estreno protagonizado por Hugh Grant, en la que un pueblo galés hace lo indecible para evitar que dos topógrafos rebajen un monte local a la categoría de colina.
Antes, la montaña de San Fermín era como una gran tarta o un zigurat asirio de unos cincuenta metros de altura. Su origen se remonta a hace diez años, cuando se unió un antiguo vertedero cerrado en la década de los sesenta y las tierras removidas' para construir un parque acuático que nunca llegó a concluirse.
Los vecinos de, San Fermín la conocían como la incuria mefítica, en denuncia del deterioro medioambiental que simboliza. La Agencia del Medio Ambiente ha invertido 158 millones de pesetas en los últimos seis meses para reforestar este promontorio incluido en terrenos del tantas veces prometido Parque Lineal del Manzanares.
Aunque la montaña sigue existiendo, ya que su desaparición se descartó por costosa, presenta un aspecto menos chocante. Alicia Izquierdo, técnico de la AMA encargada del proyecto, explica que las tierras retiradas del monte se han redistribuido por este tramo del río para cultivar 35.000 árboles y 6.000 arbustos.
"Descabezar la montaña era importante por una cuestión estética, para darle un aspecto más naturalizado; además, como sus laderas tenían tanta pendiente, no se podía plantar nada", explica Izquierdo. A la asociación de vecinos de San Fermín le parece bien que se haya intervenido en esta degradada vega y en la montaña. Pero hay aspectos del proyecto que les parecen insuficientes.
Manuel Maculet, representante de la citada asociación, cree que la montaña, al tratarse de un antiguo vertedero, debiera haberse sellado, es decir recubierto de arena o tierra. "En ella hay metales pesados que no son buenos para el cultivo y que, además, al redistribuir la tierra por la zona, pueden llegar al río", asegura.También se quejan de que la nueva montaña descabezada haya invadido una de las vegas del Manzanares en la que estaba previsto un paseo.
Izquierdo niega que la tierra de la montaña albergue metales pesados. "Hemos realizado varias catas y nos dan todas negativas", asegura. Respecto al paseo del río, explica que es competencia de la confederación hidrográfica correspondiente.
Por ahora, a diferencia de los galeses del celuloide, ningún vecino del barrio de San Fermín ha hecho el menor intento de devolverle al monte los metros perdidos.
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