Jordi Cruyff sufre un edema en el fémur y se curará guardando reposo
El delantero del Barcelona Jordi Cruyff sufre un pequeño edema en la cavidad del fémur de la pierna derecha, provocado por el estrés que soportó este hueso cuando empezó a entrenarse, según coincidieron varias fuentes médicas consultadas por este diario. El resto de pruebas médicas a las que ha sido sometido el futbolista no revelan ninguna rotura ni ninguna otra lesión superficial en su rodilla derecha, intervenida dos veces, durante los últimos cuatro meses. Según las mismas fuentes, Jordi se curará guardando reposo y reintegrándose a los entrenamientos a un ritmo suave y escalonado. Miquel Llobet, el traumatólogo que dirige la recuperación de Jordi, no quiso ni confirmar ni desmentir el diagnóstico al acogerse al secreto profesional. Jordi manifestó el pasado domingo que a partir de ahora tan sólo él hablará de su lesión. Ninguno de los médicos consultados tiene dudas de que Jordi volverá a jugar.El delantero, de 22 años, no padece ninguna lesión de carácter irreversible. Las radiografías reflejan un pequeño edema en el fémur, que desencadenó las molestias que padece el futbolista. No presenta ningún cartílago roto. El origen preciso del estrés que soportó el hueso no se conoce con exactitud, pero cobra fuerza la tesis de que la morfología de las piernas de Jordi -las tiene arqueadas- puedan influir negativamente en su recuperación, que podía aplazarse en dos o tres semanas. Jordi, operado en octubre por los médicos del club y en diciembre por Llobet, cirujano ajeno al Barça, no tiene prácticamente menisco interno, una pinza que actúa de cojinete entre la tibia y el fémiur. Al desaparecer el menisco y tener el jugador las piernas abiertas, la presión no desciende en vertical y se esparce. Ésta ha sido la tesis que han defendido siempre los médicos del Barça, responsables de la primera intervención.
Con calma
Los traumatólogos que tratan ahora a Jordi calcularon que podría correr dos o tres semanas después de la segunda intervención, efectuada el pasado 13 de diciembre. Jordi se reincorporó a los entrenamientos, pero, al igual que sucediera tras la primera operación, el dolor se reprodujo, aunque advirtió que era de carácter muscular y no meniscal. Fernando Baños, jefe de los servicios médicos del Barça aseguró que fue él quien ordenóal futbolista que cesara de correr ante la pasividad de sus colegas. Baños decidió desentenderse del caso al discrepar con Llobet del tratamiento terapéutico que de bía seguir el futbolista.La fórmula para detener el dolor que sufre Jordi pasa por reincorporarse a los entrena mientos con calma 31 a un ritmo progresivo. Se trata de ir poco a poco y no forzar la máquina. La ausencia del menisco y la morfología de las piernas de Jordi no es algo insalvable: muchos deportistas con una complexión similar han superado el problema.
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