Chirac culmina las pruebas nucleares francesas entre un coro de protestas
Francia realizó el sábado la sexta prueba nuclear de la serie anunciada el pasado mes de junio por el presidente Jacques Chirac y volvió a provocar un coro de condenas en buena parte del mundo, en especial en los países del Pacífico sur, que comparten las aguas del atolón de Fangataufa, donde explosionó el artefacto, de 120 kilotones de potencia.París se negó a confirmar ayer que fuera la última prueba de la serie, pero todos los indicios así lo apuntan. El ministro de Asuntos Urbanos, Jean-Claude Gaudin, fue el único en responder a las expectativas: "Creo que éste es realmente el fin de las pruebas nucleares francesas". Con sus 120 kilotones, la bomba fue la de más potencia de las que ha hecho estallar el resucitado plan nuclear de Chirac y probablemente sea la última de la serie iniciada el pasado 5 de septiembre en Mururoa. Todo depende de si los datos obtenidos satisfacen a los científicos militares. En Francia se cree que Chirac aprovechará su próximo viaje a EEUU para anunciar el fin del programa. Ayer, los portavoces del Gobierno se remitieron a anteriores declaraciones del presidente, que hablaban de un total de seis pruebas atómicas, a realizar antes de fines de febrero: un recorte sobre las ocho inicialmente anunciadas por Chirac, a realizar hasta el mes de mayo.
El presidente de Filipinas, Fidel Ramos, y el primer ministro neozelandés, Jini Bulger, criticaron -junto con destacados representantes de muchos otros Gobiemos, entre ellos varios de la Unión Europea- la prueba, pero también hablaron de que, "a la luz de declaraciones precedentes, esta sexta explosión es seguramante la última".
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