Fraga apela al "destino manifiesto"

Manuel Fraga se sumó como uno más al esfuerzo de disolver desconfianzas, la tarea en la que se va a volcar el PP hasta la apertura de las urnas. Tranquilo como nunca, incluso con un tono vital bajo, el presidente de la Xunta de Galicia anunció con solemnidad que los populares se encuentran ante su "destino manifiesto".Una de las imágenes para el recuerdo será la de quien hasta 1993 ocupó una vicepresidencia del Congreso de los Diputados en representación de un partido nacionalista catalán, Josep Maria Trias de Bes, dedicando a Fraga sus aplausos.

Don Manuel rechazó todos los radicalismos, incluidos los neoliberales o neocapitalistas, porque parecen "fórmulas fáciles cuando sólo son simples". Y si condenó a los "separatistas" hizo lo mismo con los "separadores"."Con el triunfo popular todos van a ganar", vaticinó, antes del casi inevitable sollozo al referirse a su Galicia natal, "que espera la solidaridad de todos".

La presencia de Fraga en el congreso fue la mínima imprescindible. Sólo asistió a la clausura y llegó cuando se había iniciado. El PP intentó la felicidad completa e invitó a Adolfo Suárez, pero el ex presidente de los Gobiernos que pilotaron la transición se excusó por razones familiares.

El toque realista lo puso Francisco Álvarez Cascos. El secretario general advirtió a los eufóricos que queda por hacer "muchísimo y dificilísimo" hasta el 3-M, propuso poner en marcha "el turbo Partido Popular" y previno contra las "camarillas" que quieren llegar a los centros de poder "sin pasar por el filtro de la representatividad legitimada por la democracia".