Pujol confirma que CiU pactará con el partido ganador o pasará a la oposición

En España sería mal comprendido que un pacto entre partidos arrebatara el poder a la fuerza más votada en unas elecciones, en opinión de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de CiU. Por ello, los nacionalistas catalanes no pactarán con un segundo partido tras las elecciones del 3 de marzo. O pactan con el primero o van a la oposición. Pujol se negó a poner nombre al primero y al segundo, pero de acuerdo con las encuestas será el Partido Popular el ganador de las elecciones.El líder de CiU, en declaraciones a la Cadena SER, dijo: "Nunca se sabe lo que puede ocurrir pero, en el supuesto de que nadie alcance la mayoría absoluta, para pactar hacen falta dos condiciones: que aritméticamente sea posible y tenga sentido, y que exista un mínimo de coincidencias programáticas".

Pero además, agregó, resultaría contraproducente una combinación, con un partido distinto al ganador: "Hay países muy democráticos en que el segundo pacta con el tercero y con el cuarto, pero creo que en España esto sería mal comprendido y daría lugar a un recrudecimiento peligrosísimo de la crispación [política] y por tanto no debe hacerse". Insistiendo en la misma idea agregó que es necesario. respetar la opinión del electorado, que con su voto dará unas preferencias para que gobierne uno y no otro, aunque sea con mayoría relativa. "La opinión pública no aceptaría que esa orientación fuese ignorada", subrayó.

Pujol insistió en que el objetivo de su fuerza política no es pactar, porque el pacto no deja de ser un instrumento para asegurar la gobernabilidad y para introducir elementos del programa político del socio minoritario. Lo fundamental, recalcó, es el programa.

Olvidar agravios

El presidente de la Generalitat restó importancia a las desavenencias que en el pasado ha tenido con el PP, porque también las tenía con los socialistas, pero fue capaz de olvidarlas para garantizar la gobernabilidad. "Ese ejercicio de desmemoria nadie nos lo puede negar. Y lo podemos hacer una segunda vez", señaló.

Pero el problema para Pujol no es el pasado. Lo que cuenta es el presente y en el presente las desavenencias con el PP se mantienen después de que su presidente en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, haya desempolvado sus críticas a la política lingüística después de varios meses de prudente silencio.

El presidente de la Generafitat advirtió ayer: "No podríamos pactar con un partido que. torpedease, y de forma tan virulenta como lo ha hecho, nuestra política lingüística o nuestra política de convivencia en Cataluña, o que quisiera dar marcha atrás -y en esa tentación podría estar también el partido socialista- en los acuerdos sobre financiación autonómica".

El diputado socialista Josep María de Puig replicó ayer mismo a Pujol y aseguro que éste ya tiene totalmente asumido que se entenderá con el PP, pero que "no tiene coraje" para decírselo a sus electores.

Por su parte, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, declaró a Radio Nacional que su partido "no se ve gobernando con el PP ni con Pujol ni con un Gobierno socialista, porque en Madrid no hay cultura de coalición". Arzalluz consideró previsible una victoria de los populares sin mayoría absoluta y, en consecuencia, un Gobierno obligado a buscar acuerdos puntuales con otras fuerzas.

Arzalluz hizo una propuesta sorprendente, un acuerdo entre el PP y el PSOE, porque "si en alguna ocasión hay motivo en un país para crear una gran coalición, en este caso entre PP y PSOE, sería ahora". Según el líder del PNV, "las cosas que hay que hacer si no se hacen con, un gran consenso, incluidos los sindicatos, no se van a poder hacer".Arzalluz admitió que no ve posible semejante coalición.