La realidad de Lucrecia

"¡Negros, cabrones, como no os larguéis os vamos a poner blancos a hostias!". Unos jóvenes encapuchados, frente a unas pintadas con la frase "España para los españoles", amenazan a los hombres y mujeres refugiados en la vieja discoteca Four Roses, en Madrid. Tras haber sido despedida por la señora de la casa por sacarle mal el brillo a los muebles y estropear una camisa, Lucrecia Pérez se ve obligada a pasar la noche en el improvisado refugio. Será su última noche. Una nueva incursión de los violentos acaba en un tiroteo que deja a la pobre tendida en una cama. Sus últimas palabras, "no puede ser, vine a España pa'morirme...", calan en el espectador como un disparo certero de repulsa. Así arranca Lucrecia, el telefilme de Mariano Barroso con el que Antena 3 estrena mañana jueves, alrededor de las once de la noche, su primer proyecto de producciones cinematográficas para la pequeña pantalla. Basado en un hecho real, el asesinato de la inmigrante Lucrecia Pérez en 1992, destaca por la sobriedad de su planteamiento, su bajo presupuesto y sus resultados más que interesantes.En Estados Unidos, este tipo de ofertas son conocidas como TV movies (películas para televisión), con una fórmula estudiada de realización y argumentos sencillos llevados a cabo con bajos presupuestos. Para Jorge Sánchez Gallo, director de programas de producción externa de la cadena, "es una experiencia importante, ambiciosa, no habitual en este país pero sí en los de nuestro entorno. Antena 3 quiere consolidar en presencia de parrilla los tres telefilmes realizados hasta ahora, Lucrecia, Eso, de Fernando Colomo, y Se alquila, de Julio Sánchez Valdés, además de otros seis previstos próximamente". La política de telefilmes de la cadena privada apuesta por tres líneas argumentales: dramas basados en hechos reales, comedias y thriller. Según Sánchez Gallo, "hasta ahora no se ha abordado este último género por falta de proyectos interesantes. En cuanto a los presupuestos, se estima entre 60 y 80 millones de pesetas por TV movie".

El director Mariano Barroso, cuya última película, Éxtasis, ha sido seleccionada para competir en el festival de Berlín, asegura que "abordar un proyecto de televisión como Lucrecia es distinto de una película de cine. Hay más restricciones, se rueda en menos tiempo (cuatro semanas en este caso) en 16 milímetros, con menos posibilidades de cuidar aspectos técnicos como la fotografía o el decorado. "Prueba de ello es que una parte importante de la trama, el juicio a los asesinos (unos 20 minutos en pantalla, in suficientes para considerar Lucrecia como un drama de banquillo), se rodó en cuatro días de trabajo intensivo.

A pesar de estas limitaciones, Barroso logra una factura que disimula las carencias del género, con unos resultados interesantes en la forma merced a un guión elaborado, una producción que pone de manifiesto el cuidado de los detalles y una eficaz dirección de actores. Jaume Valls, Carmen Elías y José Sancho encabezan el reparto, en el que también destacan los jóvenes Pepón Nieto, Miguel Hermoso y Lía Chapman.

Uno de los aspectos más curiosos de Lucrecia es que no se trata de un docudrama. Lo explica su director: "Teníamos muy claro que buscábamos una ficción a partir de los hechos reales, el asesinato de Lucrecia Pérez por un guardia civil y unos jóvenes radicales. Es una versión que se alimenta más de la verdad de las víctimas que de las razones de los asesinos".