Rebeldes sin causas, causas sin rebeldes

Soy un universatario que, debido a mi edad, estoy encasillado en la famosa generación de conformistas de este fin de siglo. No quisiera exculpar a la juventud, pero creo firmemente que los jóvenes de hoy somos las verdaderas víctimas de las irresponsabilidades y calamidades de nuestros mayores. Véase la política de los últimos años: elementos como la corrupción, la tecnocracia y el bipartidismo son las causas que han fomentado nuestra situación actual, en la que existe una pasividad y desconfianza en los partidos e instituciones.Pero también creo que debemos asumir nuestras responsabilidades, y estoy convencido de que los jóvenes debemos participar y luchar mucho más de lo que lo hacemos, reivindicar nuestras ideas, que en su día bien podrían ser claves para nuestra sociedad, pues no podemos olvidar que estas instituciones en crisis son la base de nuestra querida democracia, que tanto trabajo les costó a nuestros padres y que no podemos permitir ser partícipes de su destrucción.A mi entender, existe multitud de fórmulas para manifestarla. Una prueba la encontramos en el fenómeno de los skins heads, pues lo entiendo como una consecuencia final del mal funcionamiento del proceso social actual. El problema en este caso se agrava, pues estos jóvenes utilizan lo único de que disponen, y es la fuerza física.

En nuestra sociedad, entre otras posibilidades, existe la afiliación o participación activa en un partido político, con una bandera afín a nuestros pensamientos. Al proponer esta posibilidad, no quiero abogar por una ambigua partitocracia, pero entiendo el partido como una institución base representativa del pensamiento político, y como tal los jóvenes debemos utilizarlos para canalizar nuestros ideales.-