El Madrid da un paso adelante

Resulta dogma baloncestístico el que un sólo jugador no puede ganar un partido. La historia está llena de ejemplos. Actuaciones individua les más o menos portentosas no aseguran la victoria, ni siquiera si el artista se llama Michael Jordan. El Madrid, como en muchas ocasiones esta temporada, tuvo un componente destacado: Joe Arlauckas, en estado de gracia permanente. El norteamericano firmó otra noche estelar. Hizo lo que le vino en gana, por encima de marcajes en algunos momentos más cercanos a la lucha libre que al baloncesto. Metió canastas de todos los colores, y si no llega a ser por un golpe en el ojo, habría, alcanzado sin duda los 40 puntos, barrera sólo al alcance de los elegidos.Pero de nada hubiese servido tamaña exhibición si a falta de cuatro minutos (66-59) Antúnez no hubiese irrumpido en el partido de la forma que lo hizo. La situación era crítica y la descompensación que sufre el Madrid desde la lesión de Smith estaba de nuevo a punto de costarle cara. A base de prescindir del aro contrario y sólo tener ojos para su pareja de pivots, el juego de perímetro madridista se encontraba cercano al colapso.

El Maccabi había construido una muralla humana alrededor de Savic y Arlauckas, difícilmente salvable cuando no se toman decisiones determinantes desde el exterior. Surgió el base madridista con dos bombazos de tres puntos, que unidos a otros siete firmados por Arlauckas, convirtieron una probable derrota en una casi segura victoria (76-72, m. 38), sin que el Maccabi se enterase muy bien de lo que estaba ocurriendo.

El triunfo hace justicia al equipo que puso las pocas gotas de criterio baloncestístico que se vieron en toda la noche, aunque no fuesen suficientes para disfrutar de una velada desahogada, por mucho que el comportamiento del Maccabi fuese tan errático como mostró en el partido de ida en Madrid. Es el campeón israelí un conjunto en prolongada decadencia y sin el poderío y acierto en la elección de sus jugadores foráneos que tuvo en otras épocas. Este año intentaba reverdecer viejos laureles de la mano de un ilustre, Tom Chambers, pero su papel ha llegado a ser tan secundario como frustrante.

Dependencias

Con esta victoria el Madrid coloca pie y medio en los cuartos de final, primer objetivo a cumplir. Luego vendrán. empresas de mayor enjundia, para las que deberá recuperar valores de su espectacular inicio de temporada, cuando el cambio anunciado por Obradovic era una realidad. Porque no deja de ser curioso que a fecha de hoy, el Madrid se parezca tanto al del año pasado.De la sabonisdependencia se ha pasado a la arlauckasdependencia. Savic hace ahora del Arlauckas de la temporada anterior, Abad de Cargol, Laso de Lasa y Morales de Martín. Son otros nombres y otros estilos (algunos no tan dispares), pero los resultados son parecidos. Similares virtudes y antiguos defectos. Curiosidades. de la vida.