Arcarons gana pero apenas recorta su desventaja

El Granada-Dakar reanudó ayer su marcha tras la pausa del domingo. Lo hizo cumpliendo con el guión: anunciaban inmovilismo y no hubo otra cosa. Los favoritos, rodaron juntos, como había supuesto Jordi Arcarons, y llegaron en fila a la meta de El Mreiti (Mauritania). El piloto catalán, anotó su primer triunfo parcial de este año, pero apenas redujo la ventaja del líder de las motos, el italiano Edi Orioli, segundo ayer, que sigue a 41 minutos. Entre los coches, el dominio de Citroën creció como nunca. Copó los cuatro primeros puestos dé la etapa -con triunfo de Philippe Wambergue- y reforzó el liderato de su capitán, Pierre Lartigue.El rally entró en su fase decisiva con parsimonia. Después de una semana de locos, la carrera se tomó con calma su reencuentro con el desierto. Fueron 629 kilómetros sin dividendos.

Días de navegación

Quizá todo lo explique la navegación. Ayer los pilotos no disponían de libro de ruta, sólo coordenadas de situación para guiarse con sus aparatos GPS de posicionamiento vía satélite. Tan preocupados, por la orientación, nadie se dedicó al ataque. Orioli, Arcarons Trolli rodaron en convoy por el desierto, y ganó el español porque había sido el último en partir -el órden lo marca la clasificación del día anterior-. En definitiva, el piloto de Vic ya avisó el domingo que su momento será a partir del jueves.Para los coches, la novena etapa no fue distinta. Los favoritos resolvieron con sobriedad su ejercicio de orientación. Perfecto para Citroën que, casi asegurada la victoria, busca el más difícil todavía. La marca francesa colocó sus cuatro máquinas en las cuatro primeras posiciones de la etapa: se impuso, Wambergue, seguido de Vatanen; de Servià y de Lartigué, el líder, cuyos 45 minutos de margen sobre Wambergue siguen siendo una garantía.

La etapa de hoy, El Mreiti-Tichit, (Mauritania), es la más larga del rally: 632 kilómetros de dunas, navegación y la sospecha de que el status quo puede continuar.