Una vuelta al mundo en globo
Richard Branson, presidente de Virgin se embarcará en una monumental aeronave de helio
Puede ser un reto personal para conseguir el último gran récord de la aeronáutica o un calculado golpe comercial de una de las compañías británicas conocida por sus dinámicas y agresivas campañas de publicidad. Pero para e empresario multimillonario Richard Branson, su propósito de dar la vuelta al mundo en globo cumple ambas funciones incluso si ello le cuesta la vida. El flamante y exitoso presidente de la compañía Virgin, de 45 años de edad, dedicará las tres primeras semanas del año 1996 a flotar alrededor del mundo metido en una estrecha cápsula que irá suspendida del mayor globo del planeta.Branson, un hombre hecho a sí mismo cuya forma de vida bohemia no ha estado reñida con una gran capacidad para hacer dinero, tiene negocios que van desde las líneas aéreas Virgin Atlantic, pasando por la hostelería -en España es propietario de dos hoteles de lujo- a las bebidas refrescantes y alcohólicas. Hace tres años vendió el negocio de la producción discográfica, origen de su fortuna, y parte de las macrotiendas que Virgin tiene en medio mundo. Se inició en los negocios apostando por la producción, a principios de los setenta, del primer disco de un adolescente Mike Oldfield, Tubullar bells, del que vendió cientos de miles de copias.
Ha logrado romper los moldes del establishment empresarial británico por su peculiar instinto para los negocios y sus orígenes hippies, lo que no le ha impedido ganarse el respeto de sus compatriotas. Es, además, un defensor y promotor activo de las más diversas obras sociales.
Acostumbrado a acertar en su vida profesional, Branson no tiene el éxito asegurado en su intento de dar la vuelta al mundo. Según el diseñador del monumental globo de helio, el sueco Per Lindstrand, que también viajará en el artefacto, "existe un 50% de posibilidades de conseguir la hazaña". El globo tiene una capacidad de 25.480 metros cúbicos, el doble del tamaño del célebre auditórium londinense Royal Albert Hall, y puede alcanzar los 400 kilómetros por hora. "Es un enorme reto técnico y científico". La aventura costará tres millones de liibras (565 millones de pesetas), en su mayoría pagados por Branson.
El viaje, con un recorrido de 32.000 kilómetros, es el último de los intentos de Branson por batir récords mundiales. Su pasión infinita por la aventura le permite además millones de libras en ganar mi publicidad para el nombre de su compañía, Virgin. El asegura que el objetivo último de la haz4ña es ganar una victoría para el Reino Unido. "La posibilidad de que nos ganen los holandeses o los norteamericanos ha sido uno de los motivos que nos han llevado a acelerar los preparativos", señala.
Branson, Linstrand y un tercer tripulante- Rory MacCarthy, se embarcarán el 1 de enero en una cápsula de no más de tres metros de altura, con un sólido armazón para protegerles de temperaturas" cercanas a 5Oº bajo cero. El equipo constructor. de la nave trabaja día y noche, para conseguirlo. La salida del globo estaba prevista para mediados de diciembre, pero las malas previsiones climáticas han forzado el retraso. El contrincante holandés, Henk Brink,. ha, afirmado que iniciará su viaje antes de que finalice este mes de diciembre.
En 1990 el empresario cruzó el Pacífico en globo en compañía de Lindstrand aunque el viaje concluyó con un aterrizaje forzoso en un lago conde Canadá. Anteriormente, tras poner en marcha sus líneas aéreas en 1984, intentó cruzar el Atlántico en tiempo récord. Aunque no lo consiguió, Branson generó una fuerte publicidad para su recién creada companía aérea.
"Quiero mirar atrás y pensar que he vivido una vida plena.
No sería la persona que soy si. no hiciera este tipo de cosas. Mi mujer lo sabe". Ella, a su lado, contesta irónica que esta ansia de aventura responde a su miedo a retar al sexo opuesto.
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