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Pendientes del cielo

Los presentadores del tiempo aseguran que es mínimo el porcentaje de error en sus pronósticos

Antonio Jiménez Barca

Francesc Mauri recuerda aún cómo su abuelo le hablaba al caer la tarde de tormentas y temporales. De muchacho, abría el periódico por la sección donde alguien había escrito de lluvias y temporales. Pasaron los años y Mauri, con 29, ya es lo que siempre deseó: hombre del tiempo. Para hablar en TV-3 recurre a los datos del satélite Meteosat, pero también hace caso a quienes, desde observatorios lejanos, le informan del rumbo de los pájaros. Este es un ejemplo de presentador del tiempo. Hay otros muchos: periodistas sin vocación especial por la meteorología, maniáticos de la ciencia e informadores a los que ha atrapado para siempre el carácter imprevisible del cielo.El caso de Minerva Piquero, de 28 años, presentadora del tiempo en Antena 3, con un decorado en realidad virtual, tiene poco que ver con la vocación de Mauri. "Hace seis años, el director de informativos de Antena 3 me vio por la redacción y me preguntó si quería ser la persona del tiempo", cuenta Piquero. Y hasta hoy. Una de sus obsesiones es no endosar a los telespectadores frases del tipo "precipitaciones moderadas en el cuadrante noroccidental". "Esto quiere decir que va a llover en Galicia", apunta la presentadora, que se define a sí misma como "comunicadora". Piquero está rodeada por un equipo de meteorólogos, que le ayudan interpretar los informes de los satélites. ¿Porcentaje de error? "Un 10%", dice Piquero.

En Tele 5 cuenta si va a llover Mario Picazo, un meteorólogo doctorado en California que elabora los pronósticos a base de informes matemáticos. El sueño de Picazo, de 31 años, es que se puedan registrar todas las variables posibles atmosféricas en una serie de programas informáticos, cosa en la que ya están trabajando, según él, en Estados Unidos. "En cuanto todas las variables estén cubiertas, el porcentaje de acierto será casi del ciento por ciento".

Los presentadores del tiempo, sean meteorólogos, como José Antonio Maldonado, de TVE, o periodistas, como Paco Montesdeoca, también de TVE, reciben innumerables llamadas de personas interesadas en las previsiones de última hora. "Yo estoy seguro de que un día me llamaron unos que iban a atravesar el Estrecho en patera y querían saber qué tal estaba el mar", dice Julio Marvizón, de Canal Sur. Marvizón cuenta que para ser un buen hombre del tiempo "hay que haber estudiado meteorología: si no, se pueden decir muchas burradas". "Calculo que fallamos un 10%, aunque siempre se fijan más en los errores", concluye Marvizón.

A Andoni Aizpuro, 31 años, de Euskaltelebista (ETB), también le llaman de la calle, sobre todo de las ikastolas (escuelas vascas). Es periodista, no meteorólogo, pero confiesa que de pequeño se emocionaba cuando Mariano Medina adelantaba a los espectadores que por encima de los 400 metros iba a nevar "seguro".

"No me imaginé nunca de hombre del tiempo. Yo soy penodista. Hace falta tener conocimientos, pero no ser meteorólogo", dice Jaime Bores, de 27 años, que informa en el programa de Telemadrid Madrid directo. Como sus compañeros, dice que la información que ofrece es de singular importancia: "Afecta a todo: desde a la agricultura a saber qué ropa te pones".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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