Anguita reivindica el derecho del PCE a influir en CC OO

El XIV Congreso del Partido Comunista de España (PCE) abrió ayer sus trabajos en Madrid con dos polémicas que marcarán su actuación en los próximos años: el papel de los comunistas como fuerza determinante en Comisiones Obreras (CC OO) y las relaciones con el PSUC, que anoche se pusieron al borde de la ruptura. Anguita reivindicó el derecho del PCE a seguir como fuerza hegemónica en IU y a influir en CC OO y lanzó una advertencia a los comunistas catalanes: si diluyen el PSUC, el PCE actuará en Cataluña.

"Somos hijos del movimiento obrero", dijo Anguita, que marcó, sin embargo, cuáles deben ser los límites de esa influencia. Exigió que "los comunistas entren y participen en los debates allí donde estén. Eso es lo democrático". "Ni entrismo ni injerencia", recalcó.La carga de profundidad la puso poco después Agustín Moreno, representante del sector crítico en el sindicato, quien lanzó una dura acusación contra la dirección de CC OO, que lidera Antonio Gutiérrez: "Hablan de independencia, cuando la actual dirección ha establecido un pacto de alianzas con el PSOE". El debate sindical ya estaba abierto en los pasillos, donde era palpable la preocupación por la forma en que el congreso abordaría esta cuestión. Mientras la línea oficial defiende el derecho a trabajar por imponer su hegemonía en los sindicatos, otros sostienen que sólo una relación de respeto e igualdad puede llevar a un entendimiento real entre el partido y el sindicato.

En Rafael Ribó, secretario general del PSUC, se centró la otra gran polémica de la jornada. Tras los discursos, la brecha abierta entre el PCE y el PSUC se ha hecho más profunda. Anguita advirtió a los comunistas catalanes que si diluyen el PSUC, el PCE actuará en Cataluña. Ribó había acusado antes al PCE de injerencia en su partido y había advertido que la política en Cataluña la marcan ellos Tras su intervención, Ribó y otros 12 delegados abandonaron el congreso.