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Alrededor de Echanove

150 estudiantes asaetean a preguntas al actor tras una función

-¿Cómo ves el teatro ahora?-, le preguntó un estudiante de COU al actor Juan Echanove.-Como en los años cuarenta, dijo el actor. No hay más que ver la cartelera: floja, pesada, plúmbea y en vías de extinción. Este país está empezando a moverse por escándalos de políticos o de deportistas. Y no es un problema de espectadores: la televisión es gratis y lo que interesa es el fútbol. O si no, el árbitro. Este país, en su masa general, se ha decidido por el deporte y no por el teatro. Y yo soy actor. Estoy harto de que me pregunten qué tal es esa función que hago de Forges. Hay alguien que pone un pedazo de bota en todo lo que es creatividad.

El viernes, el actor Juan Echanove se despachó a gusto con 150 alumnos que llenaban el teatro Ensayo 100. Eran alumnos del instituto Gregorio Marañón que habían acudido en bloque a la representación de Alrededor de Borges, en la que Echanove, enfrentado en el escenario a su maestro y director del montaje, Jorge Eines, da vida a varios textos del autor argentino. Tras esta función comenzó la otra: Alrededor de Echanove. Los estudiantes le asaetaron a preguntas.

¿Cómo un actor como tú elige una sala alternativa?". La pregunta procedía de Milagros Sánchez, profesora de literatura y artífice de la velada.

-Las salas alternativas son muy importantes en la ciudad. Está muy bien que un grupo de jóvenes decidan jugársela y abran un teatro. Además, Borges me une con Jorge.

Más tarde se volvió a insistir en lo mismo. A, los alumnos les llamaba la atención que un actor con las posibilidades de Echanove se encierre todas las semanas en una sala en la que las butacas son simples sillas separadas por un pasillo que es el escenario. No hay telón, ni taquillas.

-Tener al público alrededor no es que sea una complicación. Es una realidad. Yo noto olores, perfumes, respiraciones, todo lo que ocurre. La proximidad del público puede ser, un handicap o una ayuda.

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Una botella de vino de la que de vez en cuando echaba mano y cigarro tras cigarro. A Echanove le dieron las doce de la noche, sentado en el mismo escenario en el que antes actuaba. A su lado, Jorge Eines. Así tuvo tiempo de lanzar un alegato a favor de la cultura, en contra de la adicción a la televisión, al fútbol, al deporte.

-Este país no ha hecho nada por la cultura en los últimos años y no creo que lo vaya a hacer ahora. Se nos ha ido de las manos, el poderoso influjo de la televisión.

-¿Entonces, por qué haces series como Hermanos de leche en televisión?

-Por un problema económico. Mucha gente que no llega a Borges necesita Hermanos de leche.

Los alumnos se interesaron por la formación de los actores: "Mucha gente llega a esta profesión llamado por la fama o la popularidad. Y eso no es. La formación del actor está en uno mismo", contestó Echanove. O por el personaje que más le gustaría interpretar: "Tío Vania", dijo. Y por las drogas: "Creo en la liberalización y despenalización del consumo. Estoy a favor de su legalización". Los alumnos le obsequiaron con un lote de Cohibas los puros que fuma Fidel Castro.

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