Léon Zitrone, el periodista más popular de la televisión francesa

El mismo día en que cumplía 81 años moría en París Léon Zitrone. Su último trabajo profesional fue la retransmisión en directo de los funerales del rey Balduino, en julio de 1993. Ese día puso Fin a una carrera que le había llevado a presentar 4.300 telediarios, comentar en 16 ocasiones el desfile militar del 14 de julio, acudir a ocho Juegos Olímpicos, seguir seis Tours y a contarles a los franceses 15 bodas reales o los funerales de los, grandes de este mundo, de Kennedy a Chernenko, pasando por De Gaulle o Breznev. Su voz y su imagen formaban parte del paisaje histórico-sentimental de varias generaciones de franceses, que habían confiado en él para saber qué ocurría en el mundo.Zitrone, nacido en Rusia, había llegado a la que sería su nueva patria huyendo de la Revolución de Octubre. Su gran popularidad va ligada a los años de oro de la televisión pública, cuando sólo existía uno y luego dos canales en blanco y negro que tenían el monopolio de la información y de una cierta fama. La facundia de Zitrone -se decía que era el hombre que mejor francés hablaba-, basada en parte en los centenares de fichas repletas de citas que le acompañaban ante el micro, fue sin duda el principal elemento distintivo de su trabajo.-