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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Homenaje a Viveca Lindfors

En enero pasado, buscando en una librería de Greenwich Village un libró de monólogos, cayó en mis manos la obra I am a woman, escrita por la recientemente fallecida actriz Sueca Viveca Lindfors. Esta obra, compuesta por una sucesión de monólogos adaptados de personajes femeninos tan dispares como una prostituta de Brecht, una romántica adolescente, Anne Frank, una mujer independiente de G., B. Shaw, una dependiente de Pirandello, una paciente autodesvalorada de Freud o una norvietnamita activista por la paz en la conferencia de París de 1968 te embarcan en un viaje por la naturaleza humana femenina que va haciendo escala en cada una de sus heridas.

Tal fue el impacto que esta mujer me causó que unos meses más tarde no dudé ni un minuto en ir a verla con su grupo de actores en el prestigioso Actors Studio, donde representaba In search of Strindberg (En busca de Strindberg), donde la actriz representaba al propio dramaturgo.

Esta representación con la que vibramos todos y cada uno de los que formábamos su audiencia nos hizo salir diferentes, con el escalofriante sabor de un teatro que te llega, te emociona, te ha dejado huella, te ha transformado.

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Antes de irme me acerqué, a conocerla y a que me firmara el libro que unos meses antes, por casualidad, había caído en mis manos. Me dijo que a la obra le faltaba la última hoja que si editores no habían querido publicar, pero que ella me la mandaría por correo, pues no quería que me quedara con la experiencia a la mitad. Efectivamente, dos día más tarde tenía en mi buzón esa última página de su obra con el remite de su estudio, su lema: "An actor works... ".

Rindo homenaje a esta mujer que desde los 17 hasta los años trabajó, luchó y transformó con el teatro, lo vivió literalmente con Lee Strasberg durante cuatro años y que el tanto le agradeció. Una mujer que planteó que las mujeres estamos condenadas a sufrir enfermedad de valer siempre cuando tengamos un hombre que nos ame, si no "no merecemos la pena", y que experimentó que el arte hace capaz que insoportable se vuelva soportable. Porque recordaba que primer profesor de interpretación les dijo: salid y vivid, el teatro siempre recordará lo que tú hiciste vivir a tu público.

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