El Espanyol gana otra vez con el traje de faena
Un Espanyol con traje de faena venció en Mérida completando una trayectoria hasta ahora impecable que le permite codearse con la élite. Fue un encuentro emotivo, feroz y abierto, de esos en los que el futbolista manifiesta que la condición de obrero no le es ajena.Camacho es el capataz deseado por cualquier patrón. Humilde y astuto, conoce bien el oficio y estructura la faena con la pulcritud. del artesano. Ese rasgo duro de su rostro es fruto de la filosofía a cielo abierto. Por eso, la víspera, trató de contener la euforia de su plantilla, que había coqueteado con el menosprecio hacia el rival.
El Espanyol no descompuso en ningún momento su esquema. Pochettino, Herrera, Cristóbal y Torres Mestre, su línea defensiva, codificaron con rapidez las limitaciones del césped, que acusó las últmas lluvias, y buscó la salida natural, contundénte y rápida, del balón.
El Mérida, que salía de protagonizar una extraña semana tras la secuela de Sevilla, confió el centro del campo a la armada hispanoamericana: Correa, Sinval y Dulanto, como contrapunto de esa línea sólida que componen los espanyolistas Brnovic, Francisco, Arteaga y Lardín.
Y fue un antiguo conocido de los locales, Benítez, el que marcó el gol decisivo de forma espectacular. Tal vez por demasiado conocido le habían dejado maniobrar con demasiada libertad.
