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Reportaje:

Tierra de discordia

IU visita una escombrera en la Casa de Campo, fruto de las obras de la línea 10

De no ser porque los periodistas acompañaron ayer a representantes de Izquierda Unida y de la asociación ecologista Aedenat a la Casa de Campo para denunciar in situ los desaguisados fruto de las obras de la línea 10 del metro, podría parecer que el Ayuntamiento está mejorando este recinto. Resulta que hay varias montañas de tierra extraída de la hondonada de 100 metros de largo, 30 de ancho y 20 de profundidad que horada la Comunidad de Madrid para introducir las máquinas que harán el túnel de la línea 10 hasta Príncipe Pío. Según los representantes del grupo municipal de Izquierda Unida, el volumen de tierra removida desde agosto es de 150.000 toneladas métricas, que se han repartido en montones por diversos puntos de este parque de Madrid. El portavoz municipal de IU, Paco Herrera, aseveró que dejar ahí la tierra es "un grave delito ecológico", informa Efe. Y recordó que el nuevo Código Penal fija hasta cuatro años de prisión para delitos contra el medio ambiente.Pues bien, el departamento de Parques y Jardines contesta a la denuncia dando la vuelta al problema. "Estamos reciclando tierra de la Casa de Campo para la Casa de Campo. ¿Qué mejor tierra podríamos utilizar para arreglos que eran necesarios en el parque?, se pregunta Santiago Romero, jefe del departamento municipal. Según este responsable, el Ayuntamiento está utilizando los 13.000 toneladas de la tierra vegetal extraída -y no 150.000, según el cálculo de IU- para tapar cárcavas y socavones del recinto verde, así como para allanar los estacionamientos y caminos cuya tierra fue arrastrada por los aguaceros del verano.

Una explicación que desmonta -en apariencia- las denuncias de Paco Herrera, Julian Rebollo, portavoz de la coalición en la Junta de Moncloa-Aravaca y representantes de Aedenat. El portavoz de IU mostró ayer, sin embargo, los distintos montones de tierra vegetal, así que su existencia es indudable. Otra, cosa es la rapidez de los funcionarios municipales para usarla en los cometidos señalados por Medio Ambiente. Herrera, metido ayer en faena con cascotes en la mano y polvo en los zapatos, explicó que dejar sin más la tierra es un forma de ahorrarle a la empresa concesionaria de la obra (Dragados) el pago del depósito de la tierra en los vertederos municipales.

Políticos y periodistas pararon en su excursión campo a través en una margen del arroyo de Meaques, en la cual, están depositados, de mala manera, cascotes de cemento que IU dice proceden de los restos de un tramo de carretera desaparecido a consecuencia de las obras del metro.

Otro ahorro de las tasas de vertederos para la constructora, según los denunciantes. "¿O es que se van a reciclar los ladrillos como maceteros?", se preguntaba un excursionista.

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