El bombo europeo empareja al Sevilla y al Barcelona en la Copa de la UEFA
El bombo europeo ha decidido que el Barcelona y el Sevilla se enfrenten en octavos de final de la Copa de la UEFA. El fútbol español perderá así el pleno que mantiene en torneos europeos. El Betis lo hará con el Girondins de Burdeos. El Sevilla tuvo otro contratiempo. Debía jugar la ida fuera (21 de noviembre), y la vuelta (S de diciembre), en casa. Pero, al coincidir con el partido entre el Betis y el Girondins, la UEFA aplicó el criterio de que, en caso de coincidencia entre dos equipos de la ciudad, tiene prioridad el mejor clasificado en la última Liga (Betis, 3º, y Sevilla, 5º).
La plantilla del Barcelona, tras el sorteo, expresó sus temores a enfrentarse con otro equipo español, pero destacó que algunos de los favoritos se eliminarán entre ellos. "Las eliminatorias Bayern Munich-Benfica, PSV Eindhoven-Werder Bremen o Brondby-Roma descartarán algunos equipos de gran categoría", afirmó, Guardiola. "Hubiéramos preferido un club extranjero", añadió, "porque los equipos españoles nos conocemos muy bien".El segundo entrenador azulgrana, Carles Rexach, matizó: "La única ventaja es que jugaremos la ida en el Sánchez Pizjuán. Pero si analizamos la historia nos damos cuenta inmediatamente de que el Sevilla es un equipo que no se nos da bien. Defiende bien y en ataque cuenta con jugadores rápidos como Suker, Carlos o Moya".
El capitán del Barça, José Mari Bakero, calificó al Sevilla de imprevisible. "Es cierto que no van bien en la Liga, pero la regularidad no tiene nada que ver con la Copa de la UEFA. Son dos partidos y hasta ahora ellos han sacado adelante las eliminatorias anteriores". Bakero coincidió con muchos de sus compañeros de equipo al indicar que el objetivo era "estar en la final". "Por eso", añadió, "a partir de ahora todas las eliminatorias son importantes, difíciles y hay que ganarlas".
En el Sevilla la noticia del emparejamiento con el Barça cayó como una bomba. Al mediodía los jugadores estaban en las duchas del vestuario de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros. La cadena SER conectada a la megafonía dio la noticia. "No habrá duelo sevillano, pero sí un Barcelona-Sevilla en la UEFA", anunció el periodista lñaki Gabilondo. Un estruendo sacudió el vestuario. Prieto sacó la cabeza por una ventanuca. Escupió la pregunta: "Es mentira, ¿no?". Una docena de periodistas respondió: "No". La plantilla quedó desolada. Más aún cuando se conoció que se modificaba el turno que salió del bombo. Antena 3 Televisión negocia otra modificación para que la ida se dispute el día 23.
"No me gusta nada" sentenció Quique Estebaranz. "Es un fastidio que en Europa nos toque jugar a dos equipos del mismo país. Esto ni es la UEFA ni es nada". Suker se fue animando a medida que valoraba el enfrentamiento: "No queríamos ni al Milán ni al Baroja. Son los más fuertes, los favoritos. No es bueno para el fútbol español. Uno de los dos caerá eliminado. De todas formas, nada está perdido todavía. En dos partidos la eliminatoria estará más abierta que si fuera a único encuentro. Ya veremos lo que pasa. El Sevilla puede pasar a cuartos con un poco de suerte".Es la segunda vez que el Sevilla tiene que enfrentarse a un equipo español en Copas europeas. En 1957, también en la UEFA, se emparejó con el Real Madrid en octavos. El Sevilla abandonó la competición con un claro 10-2 global en contra.Rival del BetisEn el otro barrio sevillano, en Heliópolis, se recibió con agrado general el rival del Betis, el Girondins de Burdeos, un equipo francés que debió recurrir a la Copa Intertotto [un torneo inventado por el máximo organismo del fútbol europeo y que se disputa en agosto] para ganarse una plaza para la Copa de la UEFA y que no consiguió directamente, dada su mala clasificación en la Liga de su país.
Stosic, que conoció el mal trago de la final entre el Marsella y el Estrella Roja, que al final se apuntaron los yugoslavos tras la prórroga, renegaba la víspera de los equipos franceses. Ayer, en cambio, recibió con optimismo la noticia: "No está mal. Tenemos posibilidades de pasar. Tenía inquietud por encontrarme ante un equipo francés porque su fútbol no nos va bien. Pero este rival no es el más fuerte de los franceses en el bombo".
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