"Por supuesto que voy a seguir con lnduráin"
El primer contacto con el fútbol de Sabino Padilla, de 36 años, fue efímero. Jugaba de extremo y a los 17 años estuvo a punto de fichar por el Alavés. Su padre se lo impidió. "Qué es eso de futbolista", le dijo. "Tú lo que tienes que hacer es una carrera". Y Padilla se fue a Valladolid a estudiar medicina. Muchos años después vuelve al fútbol. "Pero, por supuesto que voy a seguir con Induráin", dice.Pregunta. ¿Qué es lo que pretende fichando por el Athletic?
Respuesta. Seguir fiel a mí mismo. He hecho cosas en el mundo en el que he estado y pienso seguir haciéndolas en el que voy a entrar.
P. ¿No cree que es sorprendente su marcha del Banesto, en el que era un puntal?
R. Puede que para la gente sea un cambio sorprendente, pero eso es algo que siempre dirán los demás, o que corresponde a los demás decir. Para mí, lo que hago es simplemente cambiar de escenario. Marcho a un escenario atractivo, el Athletic, y a nuevos retos.
P. Pero da la sensación de que deja una tarea inacabada.
R. ¿Por qué?
P. Porque, por ejemplo, empezó a trabajar con Induráin e Induráin sigue en activo y con bastantes proyectos aún.
R. Yo lo que creo es que he cubierto un ciclo bastante importante en mi vida privada. Que eso coincida con un ciclo en el Banesto es otro asunto.
P. Pero, ¿va a seguir entrenando a Induráin?
R. Por supuesto que voy a seguir con Induráin.
P. ¿Por qué se va del Banesto?
R. He vivido en el equipo ciclista cinco años, en los que he estado como en una familia. Pero llega un momento límite. El excesivo alejamiento de mi propio entorno familiar es lo que más me ha saturado en este mundillo.
P. En el Athletic va a inventar una forma de ser médico de club de fútbol. Se supone que hará también de preparador físico.
R. Es un nuevo enfoque el que el Athletic quiere dar a mi trabajo y es una visión interesante. En efecto, voy a tocar muchos frentes: médico, recuperador, preparador, planificador....
P. Un mundo, también, más sometido a las críticas y en el que usted no controlará todo.
R. Son muchas áreas y muchos trabajos los que dan como resultado la victoria y la derrota. Yo espero que se analice por zonas y ver lo que funciona bien y lo que funciona mal.
P. ¿Se va a convertir en un papa; en esto de la medicina deportiva?
R. Espero que todo lo contrario. Intentaré hacer un trabajo más anónimo, menos personalizado.
P. Y muy poco parecido al trabajo con ciclistas.
R. Sí, me tocará tirar de libros, artículos y trabajos. Pero eso hay que hacerlo toda la vida, aunque no se cambie de campo de trabajo.
P. ¿Cómo han reaccionado en el Banesto a su marcha?
R. He hablado con Echávarri y Unzúe y entienden mi postura, aunque esta decisión va a causar un problema de ajuste en el que todos tenemos que echar una mano.
P. Sin embargo, el médico que seguramente le sustituirá, Guillermo Cuesta, es un hombre de su escuela.
R. En efecto, Guillermo ha sido mi segundo no sólo en el equipo, sino que, casi me atrevería a decir, en mi vida.
P. Dicen los malpensados que ahora sólo dice que ha sido médico de Induráin y no de todo el Banesto.
R. Yo he sido médico del Banesto. Igualmente, dicen que soy el médico de Martín Fiz, pero también lo soy de Alejandro Gómez, un atleta que no gana tanto.
P. Dicen que su marcha del Banesto afecta negativamente a la imagen del equipo.
R. Sí, pero yo por esa imagen no me iba a quedar en el Banesto perdiendo una oportunidad, un proyecto nuevo.
P. También que se va porque ha fracasado en el Mundial y en el récord de la hora.
R. Eso es atar cabos erróneamente. Entre Miguel y yo sigue habiendo una confianza total.
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