Los sondeos reflejan un empate en el referéndum sobre el futuro de Quebec

ENVIADO ESPECIALQuebec decide hoy si se convierte o no en un Estado soberano asociado con Canadá en uno de los referendos más inciertos de la historia de la provincia oriental canadiense y cuyo resulta do está en manos de los indecisos. Las últimas encuestas daban este fin de semana prácticamente un empate entre nacionalistas y federalistas y fijaban en algo más de un 11% el segmento de población que aún no ha resuelto qué postura tomar.

Hablad con vuestras familias, amigos, vecinos, con vuestros compañeros de trabajo. Decidles que la lucha está reñida. De vosotros depende nuestro futuro", manifestaba este fin de semana con voz cansada Lucien Bouchard, el líder del Bloque Quebequés (BQ) y jefe del movimiento en favor de la soberanía.Bouchard, que ha revolucionado en sólo dos semanas las encuestas invirtiendo la ventaja que hasta entonces tenían los federalistas, cerró anoche la campaña en la capital de la provincia, Quebec, y posteriormente en un pabellón deportivo de la localidad de Longueuil, no lejos de Montreal. Los líderes federalistas, el liberal Daniel Johnson y el conservador Jean Charest, optaron por recorrer diversos lugares fronterizos con la provincia de Ontario.

Tanto uno como otro describieron escenarios catastrofistas en el caso de que Quebec opte por la secesión e indicaron que es imparable, sea cual sea el resultado del plebiscito de hoy, la vía de la reforma de la Constitución federal que permita mayor autonomía a la provincia.

Consecuencias del 'sí'

El primer ministro de Quebec, y líder del Partido Quebequés (PQ), Jacques Parizeau, reiteró el sábado por la noche en un mitin en Sainte-Julienne que no hay motivo para temer por las consecuencias inmediatas de una eventual victoria del sí. "El martes por la mañana la 'bandera canadiense seguirá ondeando junto a la quebequiesa, seguiremos teniendo dos oficinas públicas de Correos, dos ministerios, Ottawa continuará pagando las pensiones...." explicó Parizeau en un mensaje dirigido especialmente a los indecisos. "Nada va a ocurrir hasta la proclamación de la soberanía.

El proyecto sometido a consultas prevé la apertura de negociaciones con Canadá para que en el plazo de un ano se alcance un acuerdo de asociación política y económica. Pero la ley especifica también que el Parlamento quebequés puede proclamar unilateralmente la soberanía antes si las negociaciones con Ottawa no, hubieran fructificado.

El futuro tratado de asociación que defienden los nacionalistas, basado en una unión aduanera y en la libre circulación de personas, capitales, mercancías y servicios, permitiría a los quebequeses la doble ciudadanía.

Además, la ex provincia tendría la misma moneda que Canadá (el dólar canadiense), contaría con unas instituciones mixtas donde abordar sus relaciones con el país vecino y mantendría su condición de socio pleno del Tratado de Libre Comercio entre EE UU, Canadá y México.