Víctor Fernández: "Faltan uno o dos jugadores más"
Mantiene la calma e insiste en que es simplemente una cuestión de rachas, aunque reconoce que el Zaragoza ha perdido la fluidez en su juego. El actual campeón de la Recopa se ha convertido en sólo nueve jornadas en el equipo menos goleador de Primera con sólo seis goles.Pregunta. ¿La asignatura pendiente de este Zaragoza es el gol?
Respuesta. Vamos a ver, estamos llegando, pero nuestras estadísticas de acierto son muy bajas. Por contra, son buenas en cuanto a frecuencia y porcentaje de repeticiones. Vamos a ver si buscarnos otro camino distinto al que hemos utilizado estos partidos para llegar al gol. En todo caso, estoy convencido, de que es cuestión de rachas. Lo importante es que sigamos manteniendo la iniciativa en el juego y creando ocasiones, porque los goles ya llegarán.
P. Convendrá que el juego del Zaragoza también ha perdido la fluidez y la estética de la temporada pasada.
R. Para que exista fluidez de juego, el equipo tiene que estar más desahogado en sus acciones. La disyuntiva, de difícil resolucion, es si primero el equipo tiene que jugar con más eficacia o de una forma mucho más armónica para llegar a esa eficacia. Hay ocasiones en las que con pocas oportunidades eres efectivo y eso te permite ser luego más estético y brillante en tu juego. En otras, como ahora, no logras resolver ninguno de los dos dilemas.
P. Acostumbrados a los éxitos, ¿sus jugadores están capacitados para jugar bajo presión?
R. Claramente capacitados. El Zaragoza ha respondido en estos añs a grandes exigencias y con gran responsabilidad. Siempre hay retos importantes que te obligan a superarte. Ahora, el reto es que el equipo debe recuperar un crédito que por diferentes circunstancias se ha puesto en entredicho en estos inicios de competición.
P. ¿No tiene una plantilla demasiado corta?
R. Evidentemente, un equipo que participa en tantas competiciones como nosotros esta temporada, necesita uno o dos jugadores más, que te permitan dar muchas más opciones y variantes al juego. No ha podido ser y no me queda más remedio que aceptarlo.
