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Mery, la creadora de la fregona, presenta suspensión de pagos

La empresa creadora de uno de los productos made in Spain por excelencia está en cuarentena. Los fabricantes de las fregonas Mery, que han permitido durante décadas a los españoles gozar del privilegio de no fregar a ras de suelo, ha presentado suspensión de pagos en un juzgado de Terrassa (Barcelona). La empresa afirma que es una suspensión "técnica" para hacer frente a sus deudas con los proveedores, 223 millones de pesetas.

Los 27 trabajadores de esta compañía familiar confían en que la buena marcha de las ventas durante los últimos meses permita remontar el vuelo a esta empresa que popularizó las fregonas con el cubo, el escurridor y el palo de madera desde el año 1959.Las razones de la suspensión de pagos se deben al encarecimiento de la materia prima -incrementos de hasta un 20% en el algodón, el aluminio y el cartón-, según el representante de la plantilla en la empresa, Pedro González. "Hace un año que se produjo este encarecimiento de las materias primas con las que fabricamos nuestros productos y esta situación ha llevado a la compañía a la suspensión de pagos", dijo.

Revolución doméstica

La emblemática empresa, que vende cerca de un 40% de su producción en el exterior, revolucionó el trabajo de las amas de casa a finales de la década de los cincuenta. Puso el mercado patas arriba al lanzar al mercado una fregona que permitía fregar sin tener que postrarse en el suelo, invento que tuvo alcance mundial, pese a que en otros lugares como Estados Unidos tenían sistemas similares. Ahora, estas populares fregonas han ido modernizando sus materiales, pero sin variar el diseño, que sigue como el que creó, la empresa de la familia Gonfaus, de la que ahora es gerente Joan, el hijo del fundador, que falleció en 1989.Pedro González, que lleva 26 años en la empresa, es delegado de una plantilla que aún funciona de un modo casi familiar: en Navidad, por ejemplo, se celebra una cena de hermandad en la que el patrón orienta a los trabajadores sobre los resultados de la compañía. "No sabemos exactamente lo que factura la compañía, en una cena de hermandad que hacemos los directivos nos dan una idea de cómo va todo", afirma. "Aquí", responde sorprendido, "no ha habido nunca una regulación de empleo. Es la primera vez que sucede algo así en más de treinta años de vida de esta empresa". La plantilla de Mery está convencida de que la suspensión se levantará en los próximos meses. "Trabajamos con mayor ahínco si cabe después de que se haya suspendido pagos porque vemos que las ventas van muy bien y que en pocos meses podemos estar a flote".

Mery, que tiene una planta en Filipinas destinada al mercado asiático y otra en Uruguay para el suramericano, compite en España don Vileda, entre otras. Esta compañía, una de las líderes del sector, sufrió un incendio qué destruyó la factoría de fregonas y bayetas hace apenas un año.

González afirma: "Cada una se ha ido especializando, nosotros somos mejores en mercado de algodón y ellos en el de fibras". Y añade: "De todos modos nuestra actividad principal sigue siendo, como cuándo se inició la actividad de la empresa, el cubo, el mango y la fregona.

Mery está ubicada en el núcleo industrial de la periferia barcelonesa, zona que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, calificó hace años como un "símbolo de industria que no se debe perder".

El secretario del metal de UGT en la comarca, Francisco Alcaraz, dijo ayer que la empresa ha garantizado el salario a los trabajadores "como cuestión prioritaria al ser una empresa netamente familiar", dijo. Y añadió: "Creemos que se va a hacer un esfuerzo doble para que salga adelante". Mery, una de las empresas con solera de la comarca, llegó a contar en su época dorada con más de 100 trabajadores en plantilla.

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