La policía investiga la vida privada del agente asesinado en Valencia, sin descartar el atentado

Un único disparo en la nuca, efectuado con una pistola calibre de 9 milímetros Parabellum -aunque de una marca distinta a la habitual de ETA- acabó ayer con la del policía nacional José Malmierca de 51 años. El agente bajó de su casa, en el barrio de Marxalenes de Valencia, minutos antes de las 8.30. Un hombre con bigote, de complexión fuerte, le esperaba dentro del patio. Malmierca no llegó a pisar la calle. Su cadáver quedó tendido sobre un charco de sangre. La policía investiga la vida privada del fallecido, pero no descarta el móvil terrorista.

La munición empleada es de fabricación nacional, de la empresa Santa Bárbara. ETA suele matar con balas de fabricación belga. La vida sentimental, las amistades y los ambientes en que se movía Malmierca están siendo investigados con detalle. La víctima había regresado recientemente con su esposa, de la que estuvo separado varios años.Un estudiante vio correr a un hombre "alto, moreno, con bigote, vestido con pantalón vaquero y camisa blanca". También Rafael de la Torre, vecino del fallecido, saludó la tarde anterior a un hombre de- similares características que permanecía en el patio y al que no había visto anteriormente. Otra vecina cifró en "dos o tres días" el tiempo en que el sospechoso merodeaba por el lugar. Nadie vio ningún coche que le esperase cerca del lugar del crimen.

Esa preparación del crimen, la frialdad de la acción y el tipo de trabajo burocrático que Malmierca realizaba en una comisaría -alejado de las operaciones peligrosas- abonan la hipótesis terrorista. Por el contrario, el jefe superior de policía de Valencia, Javier Ballesteros, califico de "raro" que asesinos de ETA o GRAPO se hubieran desplazado a un barrio popular de Valencia para matar a un agente de la escala básica.

Seguimiento de días

En consecuencia, los investigadores recogen datos sobre las relaciones personales del fallecido y sobre su situación económica. El agente, nacido en Valencia y con 26 años en la policía, estaba casado y tenía dos hijos. "No vamos a ofrecer datos sobre su situación personal", manifestó la delegada del Gobierno, Carmen Moya.

El disparo se efectuó a quemarropa. La bala le entró por la nuca y salió por la frente. Después golpeó en el cristal de la puerta del patio. El asesino controlaba desde hacía días la hora de salida de casa de José Malmierca. El agente, vestido de paisano, bajó por la escalera del inmueble. El asesino le esperaba en la planta baja.

La venganza de un delincuente contra Malmierca por un asunto en el que intervino profesionalmente el policía es un móvil débil. "No estuvo ni en la brigada social en su tiempo", dijo José Llavata, un policía retirado. Tampoco ha estado vinculado a la represión del narcotráfico ni había recibido amenazas, añadió Ballesteros.

"Yo lo he visto cuando ya le habían pegado el tiro. Primero bajó el chaval mío, que se iba a la escuela, y subió a avisarme", señaló Rafael de la Torre. Otro vecino afirmó que el fallecido era muy querido en el barrio.