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Un policía herido de bala y 150 inmigrantes ilegales detenidos en una batalla campal en Ceuta

Fue una batalla campal. Dos centenares largos de inmigrantes ilegales asentados en Ceuta expresaron ayer sus ansias de cruzar a la Península, y lo hicieron con barricadas y pedradas contra los ciudadanos y la policía, que hizo uso de armas cortas. Resultaron gravemente heridos el policía Antonio Arrebola Alcántara, de 45 años, que recibió un balazo, y dos inmigrantes. Otras 79 personas sufrieron heridas leves: 48 inmigrantes, 29 policías, un guardia civil y un policía local. Las detenciones ascendieron a 150, según la Delegación del Gobierno. Grupos de vecinos intentaron linchar a los inmigrantes. Justicia e Interior ha abierto una investigación sobre el disparo que hirió al policía.

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Todavía horas después, cinco africanos fueron agredidos por un grupo de sujetos cuando paseaban por la ciudad, aunque lograron escapar. Junto a las Murallas Reales malviven 250 africanos, algunos de ellos desde hace dos años.Los hechos se iniciaron sobre las 12.30, cuando los inmigrantes comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contra los vehículos que circulaban por la zona. A continuación apilaron desperdicios y objetos hasta levantar dos barricadas.

Como la policía no podía llegar a la zona, debido al caos circulatorio provocado por los incidentes, los vecinos la emprendieron a pedradas con los inmigrantes, al tiempo que les conminaban a abandonar la ciudad. La presión de los ciudadanos obligó a los africanos a volver sobre sus pasos y regresar a las murallas. Minutos después se presentaron las primeras unidades de la Policía Local y a las del Cuerpo Nacional de Policía. Se inicio así una nueva fase del enfrentamiento: los inmigrantes lanzando piedras y la policía, pelotas de goma y botes de humo.

En mitad de la lluvia de objetos, el policía Antonio Arrebola caía abatido por un balazo en el pecho. Arrebola, casado y padre de tres hijos, fue trasladado al Hospital Militar de Ceuta, donde fue operado durante más de cuatro horas. Quedó ingresado en la UVI.

La convicción de que el disparo había partido de los inmigrantes motivó igual respuesta por parte de la- policía, que entonces hizo uso de sus armas cortas. No obstante, fuentes de Justicia e Interior indicaron que aún no se ha precisado si el disparo que hirió al agente fue realizado por un compañero o por un inmigrante.

Minutos después llegaron a la zona tres vehículos de la Guardia Civil, recibidos entre aplausos por los vecinos que se hallaban en el lugar. Los agentes antidisturbios del instituto armado lograron entrar en el lugar en el' que los ilegales se habían hecho fuertes. Muchos intentaron huir, pero se toparon con un cordón policial y con, airados ciudadanos que habían llegado a pie hasta la zona sin que los controles Policiales lo impidieran.

Agentes de la policía, jaleados por grupos de exaltados, detuvieron a cada una de las personas que iban saliendo del recinto, en ocasiones con empleo innecesario de violencia. Unas 200 personas participaron en intentos de linchamiento con golpes a los que ya habían sido detenidos o a los que huían despavoridos. Uno de los inmigrantes, para evitar la ira de los alborotadores, optó por arrojarse al mar, de donde fue rescatado.

Una vez controlada la situación, varios vehículos condujeron a los ilegales detenidos hasta comisaría y a otros muchos hacia el hospital Militar, donde tuvieron que ser atendidos.

La falta de expectativas para cruzar hacia la Península se considera la razón fundamental que explica la actitud de los inmigrantes, entre los que hay nativos de Ruanda, Burundi y otras zonas de África subsahariana.

Ayer por la mañana, un grupo se interesó en la Delegación del Gobierno de Ceuta por sus posibilidades de cruzar el Estrecho rumbo a la Península. La respuesta no fue positiva. No había perspectiva de que muchos de ellos con estancias en Ceuta que alcanzan casi los dos añospudieran ver cumplido su propósito.

Esa negativa parece ser la causa de la protesta violenta, actitud que no es nueva y que ya se produjo el pasado mes de julio. Los ilegales también se quejan de un trato de favor hacia los inmigrantes kurdos acogidos en la ciudad. De hecho, cerca de 50 personas llegadas a Ceuta desde el Kurdistan fueron transporta dos ayer mismo hacia la peninsula, pocos minutos antes de que estallaran los incidentes.

El Consejo de Gobierno de Ceuta, en reunión de urgencia, exigió al Gobierno medidas para lograr la inmediata salida de la ciudad de los inmigrantes ilegales y evitar la llegada de otros. El presidente del PP en Ceuta, Jesús Fortes ha pedido la destitución de la delegada del Gobierno Carmen Cerdeira, al tiempo que afirmaba entender la reacción violenta de la. población. El director de la Policía, Ángel Olivares, viajó ayer a Ceuta para supervisar la situación.

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