Interior confía en que México continúe con las expulsiones de etarras

El Ministerio de Justicia e Interior confía en que el Gobierno mexicano siga con la política de expulsión de los etarras que residen irregularmente en su territorio . Ayer fueron encarcelados por orden judicial los presuntos activistas Begoña Sánchez del Arco y Vicente Sagredo Rivas, expulsados de México el pasado jueves.

La viceministra de Interior, Margarita Robles, consideró ayer que la medida adoptada por el país centroamericano es "histórica", ya que es la primera vez que expulsa a unos presuntos etarras basándose en que carecen de permiso de residencia. Por su parte, Jone Goiricelaya, defensora de los presuntos etarras, acusa al Gobierno español de ejercer "chantaje y presiones económicas" sobre países hispanoamericanos para que entreguen a los refugiados vascos".Interior espera que México mantenga esta postura, al considerar que sería fundamental para desmantelar a la numerosa colonia etarra afincada en ese país hasta que el parlamento mexicano adopte una resolución acerca del tratado de extradición pendiente con España, sobre el que tiene reticencias debido al arraigado concepto de asilo que hay en México.

La expulsión de los presuntos etarras estaba en marcha desde hace más de un mes con el máximo secreto. Tanto que Sánchez acudió hace dos semanas a casarse en el consulado es pañol en Guadalajara (Jalisco) donde el propio cónsul, Jesús Dilla, ofició. la ceremonia. La presunta etarra solicitó que sele tramitara un pasaporte, ya que carecía de él desde 1991.

Las abogadas de la expulsada, Pilar Noriega y María del Carmen Fernández Alonso, intentaron evitar el pasado jueves su entrega a España mediante un recurso de hábeas corpus. Ahora tienen previsto presentar otros recursos por entender que Sánchez fue detenida y expulsada de México irregularmente.

Vicente Sagredo y Begoña Sánchez ingresaron ayer en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. El primero reconoció que en 1980 estaba integrado, en el comando Orbaizeta, pero negó que fuese el autor material del asesinato del estanquero Ramón Coto. Su compañera rechazó su vinculación al comando Vizcaya y su participación en el secuestro del directivo del Athlétic de Bilbao Juan Podro Guzmán.