La oposición admite que los papeles robados por Perote afectan a la seguridad del Estado

La mayoría de la oposición aceptó ayer que los documentos sustraídos por el coronel Juan Alberto Perote del Cesid en 1991 abordan asuntos cuya difusión afectaría gravemente a la seguridad del Estado. El ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, que se reunió durante cinco horas en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso con representantes de los principales partidos, aseguró que el Gobierno no se enteró de esta fuga de información hasta este mismo año, ya que no fue informado en su día.

El coronel Perote, ex número dos del Cesid, robó antes de irse al menos 1.245 documentos y el Gobierno sospecha que se llevó más, pero ignora cuántos y sobre qué materias. Según varios de los miembros de la comisión, el entonces director del Cesid, teniente general Emilio Alonso Manglano, estuvo desde 1991 hasta este año sin informar al Ejecutivo de qué documentos extraordinariamente comprometedores para la seguridad nacional habían sido robados y, aparentemente, devueltos tras una negociación con el coronel destituido. El ministro dejó a los seis miembros de la comisión tener acceso a un muestrario de los documentos sustraídos. Entre ellos figuraban algunos con nombres de confidentes en el entorno de ETA y operaciones del Cesid con sus homólogos en otros países.Aunque la oposición aceptó la grevedad de la fuga de información no ahorró críticas al Gobierno. Rodrigo Rato, del PP, dijo que "si creemos lo que dice el Gobierno, el nivel de ineficacia es la mayor jamás soñada". Rosa Aguilar, de IU, fue la única que restó importancia al contenido de los documentos que les había mostrado el ministro.