Kaspárov aplasta la sombra de Anand

Un fin de semana no fue suficiente para que Viswanathan Anand limpiase los disgustos que tapaban su brillante talento. En la partida 13, el número favorito de Gari Kaspárov, éste aplastó ayer al indio o tal vez a su sombra. La ventaja a falta de siete partidas (7,5-5,5) es en realidad de tres puntos porque el ruso retendrá el título en caso de igualdad final. Salvo enormes sorpresas, el campeón se llevará un millón de dólares (123 millones de pesetas) con mucha más facilidad de la esperada.

"Los aficionados españoles no habrán olvidado que el 13 sigue siendo bueno para mí", comentó Kaspárov a EL PAÍS en referencia a su nacimiento el 13 de abril de 1963 y su conversión en el 13º campeón del mundo el 13 de noviembre de 1985 tras ganar por 13 a 11 a Anatoli Kárpov. El ruso reconoció que la victoria había sido fácil: "Anand no sólo ha cometido errores en jugadas concretas sino que su concepto global era hoy erróneo. Estoy seguro de que aún no se ha recuperado de su error en la undécima partida. A Kárpov le pasó lo mismo tras su gran fallo en la undécima de nuestro segundo duelo [Moscú 85]".

Sin embargo, sería injusto atribuir el triunfo del ruso sólo a los regalos del indio. Kaspárov aúna talento, energía, preparación y experiencia en cantidades industriales. Además de todo ello, sabe aplicar la psicología oportuna a cada momento. Ayer, consciente de que Anand sufría un gran lío mental y aún no había asumido sus propios errores, repitió la variante dragón que le llevó al triunfo en la 11º partida.

Pero las apariencias engañaron al inicia de la partida. Jugando a toda velocidad, Anand se salió en la jugada 12 de los caminos trillados: todo indicaba que su equipo de analistas había trabajado a destajo durante el fin de semana. Clara Kasparova, mordiendo un pañuelo sin cesar y pedaleando, como su hijo en el escenario, permaneció sentada, nerviosa, hasta que se encaró con un cámara que la acribillaba a tres metros.

Mientras tanto, comenzaron a ocurrir cosas difíciles de explicar. Anand invirtió casi media hora en su evidente jugada 14, vaticinada por todos, los espectadores. ¿Qué había pasado con su preparación casera? Es probable que descubriera algún agujero en sus análisis al repasarlos ante el tablero. O, simplemente, Anand no era Anand. Sus jugadas 17; 19 y 21 son impropias de quien posee uno de los talentos más deslumbrantes que el ajedrez ha dado en casi 2.000 años de historia.

Barrido el temor inicial a la preparación de Anand, Kaspárov se subió a la apisonadora y arrasó el tablero en sólo 25 jugadas mientras su rival ponía la cara de quien no sabe dónde está y ni qué está haciendo. En el pequeño saloncito reservado a las Very important persons, Clara Kasparova levantó su rubia melena con la fuerza de una sonrisa abierta. Es muy probable que su familia pueda celebrar pronto el décimo aniversario de la conquista de una corona que da dinero, fama y poder, mucho poder. Sobre todo en Rusia.

Desarrollo. Blancas: Anand. Negras: Kaspárov.

1 e4 c5 2 Cf3 d6 3 d4 cd4 4 Cd4 Cf6 5 Cc3 g6 6 Ae3 Ag7 7 Dd2 Cc6 8 f3 0-0 9 Ac4 Ad7 10 h4 h5 11 Ab3 Tc8 12 Cc6 be6 13 Ah6 c5 14 Ac4 Db6 15 Ag7 Rg7 16 b3 Ae6 17 Cd5 Bd5 18 ed5 e5 19 de6 (Según Kaspárov, las blancas no están mal tras 0-0-0) d5 20 Be2 c4 21 c3 (Kaspárov sugirió Td1) Tce8 22 bc4 Te6 23 Rf1 Tfe8 24 Ad3 dc4 25 Ac4 Ce4, y Anand abandonó.