Más faltas que nunca
Un total de 44 faltas es una cifra exagerada para un Madrid-Barcelona. Aunque el conjunto local se unió al carro en la segunda parte, el principal culpable de la lluvia de infracciones fue el visitante. Hasta 29 llegó a cometer el equipo de Cruyff, 12 más que su promedio en la presente Liga hasta ayer. Casi el doble que el conjunto de Valdano, que sí cumplió su media liguera: 15 por encuentro.
La ubicación geográfica de la mayoría de las infracciones del Barça conduce a las llamadas faltas tácticas, acciones cometidas a propósito para frenar un contragolpe o cortar el ritmo. 44 faltas en un partido se traducen en 44 interrupciones. Es decir, el juego tuvo que ser detenido cada dos minutos. El Barcelona cometió una cada tres minutos; el Madrid, una cada seis.
El máximo espacio de tiempo que estuvo el partido sin sufrir una falta fue de nueve minutos, del 17 al 26 de la primera mitad, y dentro del periodo que fue entre el gol del Madrid y el del Barcelona. Los catalanes, al buscar el empate, redujeron por momentos su tendencia a la infracción.
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